De forma reciente, Omar Álvarez, presidente del Colegio Farmacéutico de Laram alertó que estaría apareciendo, en los anaqueles venezolanos, productos que carecen de registro del Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel. Al parecer, no menos de 70% de los medicamentos importados tienen esta condición, así como ciertas marcas de leche en polvo «Nido» y «Coolechera», las cuales son, supuestamentes, falsificadas.
Precisamente, Roger Figueroa, presidente de la Cámara Venezolana de La Industria Láctea (Cavilac), reiteró este hecho y lamentó que, hasta el momento, el gobierno y sus autoridades no han retirado estos lácteos del mercado, por lo que representan un riesgo para una población vulnerable: los niños.
«Sabemos que la leche ‘Coolechera’ es falsificada en Colombia, porque nos reunimos con los fabricantes reales y confirmamos que ellos no la hacen, incluso tienen un procedimiento judicial contra los estafadores. También ocurre con la leche Nido que es de la Nestlé, pero está ingresando una con etiqueta de Egipto que no es la real, la Nestlé lo ha denunciado y no se hace responsable de los daños que puedan causar en la salud de los venezolanos«, advirtió en entrevista brindada a La Prensa de Lara.
Así también, notificó que existe una competencia «desleal» entre las empresas que elaboran dichos productos en Venezuela, ya que los importados suelen ser más económicos porque no pagan IVA ni aranceles aduaneros.
Por su parte, Álvarez explicó que la razón por la que hay tantos medicamentos importados, aunque estos carecen de las medidas de sanidad mínimas permitidas en Venezuela, respondería a una de las muchas consecuencias de la crisis de medicamentos de 2016, cuando faltaban no menos de 85% de los medicamentos más básicos.
«(Esto se) convirtió en caldo de cultivo para el ingreso de medicamentos importados y se relajaron los controles sanitarios. En la actualidad, aunque la escasez de medicamentos ronda tan solo el 10%, las farmacias siguen vendiendo fármacos cuyas etiquetas están en otro idioma, y en vez del número de registro sanitario venezolano lo que tienen es un permiso de importación a través de una casa de certificación. Cualquier persona que vaya a una farmacia y compre un medicamento hipertensivo, como Losartán potásico se dará cuenta que las indicaciones son en portugués, uno ya no tiene certeza si es efectivo«, explicó.
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