En función de las declaraciones reconocidas por el Ministerio Público, el hombre se transportaba en su moto como todos los días, cuando fue interceptado por seis hombres (cinco de ellos PNB y un civil). A excepción de este último que fue cómplice, el resto estaba equipado con armamento para intimidar al individuo.
Como suele pasar con frecuencia, el hombre cayó en la trampa pensado que iba a ser una requisa policial de rigor, sin embargo, actuaron como viles delincuentes al apresarlo sin razones aparentes. El hombre, incrédulo, no podía creer las acciones que estaban haciendo en su contra.
Acto seguido, lo obligaron a subirse a una patrulla policiaca de la PNB para amordazarlo y amarrarlo. Le encontraron 160 dólares que inmediatamente le arrebataron. También le cubrieron la cara para no identificar a ninguno de los involucrados. Llegaron a una comandancia para encerrarlo y posteriormente, torturarlo.
El hombre afortunadamente está en libertad, pero no quiso asomar su identidad por miedo a represalias. Según declaraciones, estuvieron a punto de asfixiarlo con una bolsa con la que le cubrieron toda la cabeza. Por si fuese poco, amenazaron con hacerle mucho daño a su hijo si no cooperaba con ellos. Ahora, los hombres están detenidos a la espera de una resolución condenatoria.
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