Así es como El Coqui y El Vampi consolidan su «gobernanza criminal» a pocos kilómetros de Miraflores (+Detalles)

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La megabanda de “El Coqui”, que en realidad está liderada por Carlos Alfredo Calderón Martínez, alias “El Vampi” o “El Gordo”, y no por Carlos Luis Revete – como se había creído hasta ahora – es un grupo armado no estatal que ha llenado de zozobra y controla sectores que van desde la Cota 905 hasta Coche, abarcando hasta 5 parroquias de Caracas: Santa Rosalía, El Paraíso, El Valle, Coche y La Vega. El dominio es tal, que zonas aledañas al mismísimo Palacio de Miraflores están bajo el yugo de los mencionados maleantes.  

Estos grupos no buscan tomar el control del Estado, como en el pasado lo hicieron los grupos guerrilleros, sino que buscan operar a través o a pesar del Estado, notifico en medio de una entrevista ofrecida al portal de noticias Runrunes la profesora e investigadora del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) de México, Sandra Ley. 

«No es la captura criminal del Estado en sí, es más bien la captura criminal de todas las estructuras sociales de una comunidad. En esta lógica de gobernanza criminal, estos grupos están ejerciendo no solo un control sobre el mercado criminal sino sobre la población local, sobre políticos y sobre la economía», anexo.  

“Lo que no saben ellos es que tenemos toda Caracas controlada, toda Caracas dominada”, manifesto en una oportunidad uno de los presuntos miembros de la banda. Y lo cierto, es que la sensación que tienen muchos en la ciudad es que dice la verdad.  

Cerrar la principal autopista de la ciudad, tomar las adyacencias de importantes dependencias militares y policiales, disparar armas de alto calibre contra vehículos blindados de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), apoderarse del club social de la policía, robar la moto de un médico desvalido, y luego devolvérsela con la presunta instrucción de viralizar el acto reivindicativo en redes sociales, muestra cómo la megabanda ha logrado fortalecer su «gobernanza criminal». 

Según lo explicado por Benjamin Lessing, profesor de la Universidad de Chicago, quien ha estudiado el fenómeno de las pandillas en Centroamérica, Río de Janeiro (Brasil) y Medellín (Colombia), «la gobernanza criminal florece en focos de escasa presencia estatal, pero en los que los Estados generalmente puede ingresar a voluntad». 

Así también, Ley, explicó que hay cuatro controles que se ejercen dentro de la gobernanza criminal: control territorial (es el espacio donde opera la organización), control económico (son los negocios ilícitos del grupo), control social (regulan la participación y conducta de las comunidades, además del suministro de algunos servicios), y control político (está referido a la influencia que ejercen estos grupos en los procesos electorales locales).


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