Chyno Miranda: así era su tratamiento por adicción a las dr0g@s

Allegados y fuentes confidenciales le cuentan a UB cómo enfrentaba el cantante si proceso de desintoxicación en Tía Panchita. Alcira Pérez, la madre, fue quien decidió recluirlo en este centro de rehabilitación

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Hay un dato que sirve para dar cuenta de la mejoría de Jesús Alberto Miranda Pérez, el cantante y actor venezolano, “Chyno” para sus seguidores, que se cuentan por millones en el mundo. Cuando llegó hace casi un año al Centro de Rehabilitación Tía Panchita, no podía subir ni bajar escaleras. «Lo hacía con dificultad y acompañado por una enfermera», dice uno de sus compañeros de la institución médica.

Chyno Miranda: así era su tratamiento por adicción a las dr0g@s

El viernes 3 de noviembre de 2022, las cámaras de vigilancia del centro de rehabilitación no dejan espacio para la duda: el ex integrante del dúo Chino y Nacho no solo baja los escalones por sus propios medios sino que abandona sin inconvenientes la clínica de rehabilitación donde estuvo recluido durante casi once meses y donde, se supone, debía al menos año y medio.

Solo que lo ha hecho por orden de un tribunal civil que, tras muchas especulaciones en medios de comunicación nacionales e internacionales, y por petición de la novia del cantante, Astrid Falcón, acaba de ser designado para evaluar la condición real de salud de Miranda, quien hace más de dos años dio a conocer que por causa del covid-19 le había sido diagnosticada una neuropatía periférica que trajo consigo serios problemas motores e incluso de habla. Pero realmente el cuadro clínico del artista es más complicado. Mucho más.

Alcira Pérez, la madre de Jesús “Chyno” Miranda, fue quien decidió recluir a su hijo en el Centro de Rehabilitación Tía Panchita, ubicado en la urbanización Alta Florida, en Caracas.

Lo hizo el 22 de diciembre de 2021 junto con su sobrina, Yarubay Zapata Pérez, quien hace más de dos años ha estado al frente de todas las decisiones relacionadas con la salud del intérprete por consejo de Alcira.

Las dos eligieron al Centro de Rehabilitación Tía Panchita, que fuera fundado hace tres décadas por Francis Romero, por varios motivos. El primero: porque se trata de una institución de carácter privado, que inicialmente fue una casa de reposo y que desde hace veinte años se convirtió en la «clínica que atiende pacientes fármaco dependientes referidos por el Seguro Social».

El segundo: porque los médicos habían recomendado meses atrás que “El Chyno” debía atender con urgencia uno de sus problemas más graves, esto es su adicción a las drogas, que podía llegar a complicar incluso su diagnóstico de encefalitis.

El tercero: porque el protagonista de la película “El malquerido”, de Diego Rísquez, presentaba además un cuadro importante de ansiedad y depresión.

Y el cuarto: por causa de los costos. Un mes en el Centro de Rehabilitación Tía Panchita cuesta 1.300 dólares (U.S.1.300), mientras que en una clínica similar los precios se incrementan a 200 dólares (U.S. 200) por día. Para tener una idea, en Colombia, estos costos pueden llegar a los 5.000 dólares por mes y en Estados Unidos a 30.000 dólares por el mismo lapso de tiempo.

Es cierto que en la primera etapa del programa de rehabilitación, explica Carolina Moncada, terapeuta ocupacional del Centro Tía Panchita, “ningún paciente puede recibir visitas ni llamadas telefónicas que los puedan descompensar”.

Es completamente normal que en ese período de desintoxicación y cuarentena emocional los pacientes experimenten cambios emocionales bruscos, así que no pueden tener agentes externos que interfieran en sus procesos. Y mientras están en esa cuarentena emocional, la familia recibe igualmente un tratamiento de entrenamiento. Es decir: los familiares acuden a la clínica y reciben inducción tanto con los coachs de adicción como con los especialistas en terapia de familias. Solo que no hay contacto físico entre los pacientes y sus familiares. Y digo solo físico porque sí los pueden ver a través de las cámaras que están instaladas en la clínica”, apunta Moncada acerca de la primera fase del programa de la clínica.

Los pacientes entran inicialmente en un programa de contención”, agrega Moncada. “¿Qué significa ello? Que es muy probable que manifiesten una ansiedad tan fuerte que deseen volver a consumir sustancias o incluso fumar. Pero nosotros velamos porque ese período de ansiedad sea atendido y no haya recaídas”.

Jesús “Chyno” Miranda pasó meses atrás esa primera etapa de cuarentena, así que comenzó a recibir visitas de su madre y de su prima. Incluso llegó a salir del centro de rehabilitación, que ha documentado todo el proceso del cantante con reportes clínicos y hasta fotografías. Hay imágenes en el apartamento de su madre.Todo ese material está ahora en manos del tribunal civil encargado de la investigación.

Las rutinas

Al igual que los otros 24 pacientes que están internados en la clínica, todos en edades comprendidas entre los 18 y los 35 años, “Chyno” siguió durante casi once meses una rutina con un profesor de educación física tres veces a la semana, un facilitador de bioenergética una vez a la semana, y terapeutas ocupacionales diariamente, así como sesiones con coachs en adicciones, y sesiones de siquiatría. Desde las 7:00 de la mañana hasta las 6:00 de la tarde.

Dependiendo del caso, el tratamiento del Centro de Rehabilitación suele ser “farmacológico, emocional, terapéutico y ocupacional”, asegura Moncada, quien por causa de la “confidencialidad médico-paciente” recalca en todo momento que no puede aportar datos específicos acerca de Miranda.

Una confidencialidad que, por cierto, intentaron mantener bajo siete llaves, pero que fue violada por una enfermera quien ya no pertenece a la institución pero que alcanzó a tomar algunas fotografías del cantante en actividades cotidianas: mientras hacía ejercicios, mientras comía o sencillamente dormía una siesta. Nada que ver con las imágenes de un estrella del show business internacional. Y Chyno y Nacho llegaron a ganar el Grammy Latino, recibieron las llaves de la ciudad de Miami, visitaron en Festival de la Canción de Viña del Mar e hicieron sonar la caja registradora por millones de dólares.

Y todo eso generó una ola de especulaciones en las redes sociales que terminó por encender las alarmas del círculo del cantante, incluyendo las de la Astrid Falcón, que es ingeniera, y a quien se le prohibió el acceso a la institución a principios de 2022 pues uno de los requisitos del Centro Tía Panchita es que todos los visitantes deben someterse a una prueba de control de drogas.

Y sin embargo, ella logró verlo finalmente el 8 de agosto de 2022, tras lo cual se comunicó con el consultor de marketing Irrael Gómez, y juntos introdujeron entonces una petición en el Ministerio Público para que se investigara cuál era el estado salud de Miranda, quien este viernes 4 de noviembre fue sometido a exámenes médicos y trasladado al centro de hospitalización psiquiátrica y psicología Clínica El Cedral.

Lo anterior sucedió sin la autorización de Alcira Pérez, quien publicó un video en el que se dirige al “Presidente, al Vicepresidente, y al Fiscal General de la República», y dice textualmente: “Yo soy la mamá de Jesús Miranda. No sé dónde está. Se lo llevaron de la clínica el miércoles y él necesita tener un tratamiento para que no me retroceda en todo lo que ha evolucionado desde que lo tengo en la clínica. Se lo llevaron de manera injusta, cosa con la que no estoy de acuerdo porque yo soy la mamá de Jesús, y yo soy la que lo cuida y la que tiene la potestad de decidir hacia dónde va mi hijo. Por favor, ayúdenme. Yo quiero saber dónde está y hablar con él”.

Sin embargo, un nuevo video, publicado este sábado 5 de noviembre, le agregó un nuevo capítulo a esta historia que tiene mucho por contar. «Mi gente, por acá Chyno Miranda, estoy bien, gracias a todos.Más fuerte que nunca.Estoy aquí en la clínica El Cedral, en Caracas, en la Alta Florida», declara el cantante en la cuenta de Instagram de la periodista Mandy Fridmann».

«La verdad fue bastante engorrosa la salida de Tía Panchita para acá, pero estoy feliz, la verdad estoy feliz. Agradezco a toda la gente que ha participado, a la Fiscalía, a todos, a mi novia, a los fanáticos, gracias por el apoyo», concluye.

A este cuadro se le unió otro protagonista el propio 5 de noviembre: Tarek William Saab. En un un hilo publicado en sus redes sociales,el Fiscal del chavismo anunció que el Ministerio Público allanó Tía Panchita, encontrando «un objeto contundente» forrado en tela, una camisa de fuerza artesanal y cuerdas para atar.

Según Saab, el personal de la institución no pudo explicar para qué usaban esos objetos. Detalló que el allanamiento se realizó el jueves 3 de noviembre, «luego de un hostil comportamiento por parte del personal de esa casa de reposo».

Saab también informó que las Fiscalías 30ª y 46ª del Ministerio Público con competencia nacional investigarán todo lo relacionado con el estado de salud del cantante.

Es obvio que aún queda mucho por saber de esta historia.