“Actuó de manera negligente” y no garantizó los derechos de Sarita Salazar, quien presentaba signos de maltrato denunciados a la funcionaria antes de que la pequeña falleciera, según el fallo judicial.
El Juzgado Penal del Circuito del Líbano, Tolima, condenó a la excomisaria de familia Katherine de los Angeles Garcia Rodriguez por el caso de Sarita Salazar, la niña de 3 años que murió a manos de sus padrinos en abril del año 2017 en el municipio de Armero Guayabal.
La exfuncionaria fue hallada culpable de los delitos de prevaricato por omisión en concurso heterogéneo con prevaricato por acción, “debido a las irregularidades que la Fiscalía detectó en el proceso de protección de una menor de 3 años de edad, la cual falleció por su estado de desnutrición y maltrato físico severo en el 2017”, indicó el ente judicial en un comunicado.
Los responsables de la tortura y muerte de Sarita Salazar fueron sus padrinos, Johana Guerra y Edilberto Rojas, quienes tenían bajo su custodia a la menor de edad.
A ella la condenaron a 39 años y 8 meses de prisión por los cargos de homicidio agravado en concurso heterogéneo con tortura agravada y a él a 13 años de prisión por tortura agravada.
De acuerdo con la Fiscalía General, Sarita Salazar estaba bajo el cuidado de sus padrinos con el aval de la entonces comisaria de familia.
La mamá de la niña, Ruth Salazar, la había entregado argumentando que “no tenía estabilidad económica para tenerla al pie mío”.
Asimismo, reveló que sabía del maltrato que sufría la pequeña: “El hijo menor de ella (de la madrina), el que tenía 11 años, me la cascaba y me la estrujaba en el suelo”.
El ente judicial cuestionó que la entonces comisaria de familia permitiera que la niña quedara bajo la custodia de su madrina y su esposo, lo cual “no era el procedimiento adecuado, pues no se trataba de un asunto conciliable”.
Debió “buscar familia extensa o un hogar sustituto y asegurar así su protección, pues no se revisó jamás cuál era la situación de los padrinos ni su entorno familiar”, agregó el comunicado.
La muerte de Sarita Salazar pudo haberse evitado, pues meses antes la niña ingresó al hospital por una picadura de abeja. No obstante, los médicos detectaron que tenía signos de abandono, maltrato infantil, desnutrición y descalcificación y así lo informaron a las autoridades competentes, entre ellas, a la comisaria de familia de ese entonces, quien “nunca acudió a verificar su situación”.
“La mujer actuó de manera negligente, se saltó todas las normas legales e hizo caso omiso a las alertas que las autoridades competentes, como el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, le notificaron, negándose a restablecer los derechos de la pequeña”, señaló la Fiscalía.
Durante la investigación por el caso de la niña de 3 años, un perfilador de la Dijín dio a conocer que luego de la lesión que sufrió la menor, su madrina no la trasladó de inmediato a un hospital, pues decidió llevarla primero a donde una mujer conocida como ‘la Bruja’, cuyo testimonio no se pudo obtener porque falleció.
La comisaria de familia renunció a su cargo un mes después de la muerte de Sarita Salazar. Su sentencia se conocerá a mediados de febrero próximo.
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