Entre las víctimas del hampa 2 policías, un concejal, un gaitero, una niña de 5 años, un chofer de autobús, una bachiller recién graduada y un mototaxista -solo por mencionar algunos-. Por el momento, el público espera respuestas y pide más seguridad.
La sensación de seguridad que habían dejado en Zulia las restricciones por el Covid-19, la poca movilidad por falta de combustible y hasta la ola de delincuentes que emigraron también por la crisis que vive el país, ha sido definitivamente superada. En 21 días se registraron 11 muertes violentas en la región, un promedio de un homicidio cada 48 horas.
La pesadilla comenzó el 31-julio. 2 falsos pasajeros mataron a Edwin Caraballo (27), mototaxista a quien le robaron la moto, en la integración municipal. Esa mañana, Ángel Sandoval le quitó la vida a Alejandra Rivera (17) en la finca La Romareña, luego de asfixiarla por bailar con otro joven.
El 10-agosto, el presidente del Ayuntamiento de La Cañada de Urdaneta y militante de la UNT, Ronald Soto, murió a manos del hampa en la iglesia evangélica donde se reunía. Al parecer, se negó a pagar una antigua extorsión.
Al día siguiente, jueves 11, el jefe de la PNB Oswaldo Ramírez (32) y su amigo fueron asesinados en el sector El Laberinto del municipio de Jesús Enrique Lossada, por haber decomisado 5 tortitas de marihuana a la banda “El Farruco”.
A las 72 horas, hombres armados mataron a balazos a Robert Oquendo, dueño del grupo Herencia Gaitera, en Los Puertos de Altagracia; la policía dijo que estaba haciendo los cálculos. Ese mismo 14-agosto, un oficial del CPEZ que se encontraba bajo los efectos del alcohol volcó su motocicleta en el sector de Ciudadela Faría de Maracaibo y cuando Yeferson Torres (23) se acercó presuntamente a burlarse de el, lo mató a balazos.
Al día siguiente, lunes 15, un sicario disparó y disparó al joven Antony Vera (23) e hirió de gravedad a Albert Niño (23), ambos trabajadores de la tienda LicorZone de Delicias, cuyo dueño se negó a pagar la extorsión.
Tres días después, jueves 18, la niña Rachelle Díaz (5) murió a manos de dos hombres armados que perseguían a su abuelo, un hombre de 52 años, pero que le dispararon a quemarropa a la pequeña, en el ejido Colón del Sur del Lago De maracaibo.
En el otro extremo del Zulia, en el municipio de Mara, la mañana del 19, un grupo de antisociales abordó un bus en la ruta Maracaibo-El Moján, sometió a sus ocupantes e intentó extorsionar al conductor, Alex Hernández, quien se opuso y disparó.
Ya en la noche del viernes, ocho personas atacaron con balas y granadas el hipermercado Gran Avenida de Ciudad Ojeda y en el hecho resultó muerto el comisario de Polilagunillas, José Hernández Villásmil.
Ni el gobierno regional ni las autoridades policiales han emitido un comunicado oficial sobre el aumento de números rojos en Zulia. Solo el titular nacional del Cicpc, el comisario Douglas Rico, ha informado en sus redes sociales algunos de estos casos que se han resuelto con la detención o identificación de los responsables. Fue ayer que el CPEZ anunció en un comunicado que había detenido a la pareja de sujetos que mataron a la pequeña Rachelle en Colón.
Por el momento, el público espera respuestas y pide más seguridad. Mientras los familiares de todas las víctimas exigen justicia.
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