Detectan el primer caso positivo de viruela del simio en Venezuela

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El Ministerio de Salud informó que en Venezuela se registró por primera vez un caso positivo de la llamada viruela del simio, encontrado en un paciente que ingresó al país procedente de Madrid, España.

Detectan el primer caso positivo de viruela del simio en Venezuela

Según un comunicado compartido por la cartera de salud, el paciente sospechoso tuvo contacto con dos personas infectadas en la ciudad española de Barcelona.

El paciente fue revisado debido al cerco epidemiológico instalado hace dos años en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía para limitar la propagación del covid-19, y en cuanto se detectó el riesgo fue enviado de inmediato a cuarentena.

Las pruebas realizadas por el personal médico dieron positivo, por lo que el Ministerio de Salud decidió realizar pruebas de detección a todas las personas que tuvieron contacto con este paciente, con el fin de establecer un cerco epidemiológico para evitar la propagación del virus.

Viruela del mono

También llamada viruela símica, la Organización Mundial de la Salud, indica que es una enfermedad provocada por un virus que se transmite de los animales a los seres humanos.

Esta enfermedad produce síntomas similares, pero menos graves, a los de la viruela clásica que provocó unas 500 millones de muertes el siglo pasado y que fue oficialmente declarada erradicada en 1980.

Su signo más distintivo es que provoca una erupción en la piel que deja pequeños bultos rojizos replegados a lo largo de la piel. Previo a este padecimiento, los pacientes suelen contraer fiebre con temperaturas elevadas.

La OMS explica que esta erupción evoluciona secuencialmente de «máculas (lesiones con una base plana) a pápulas (lesiones firmes ligeramente elevadas), vesículas (lesiones llenas de líquido claro), pústulas (lesiones llenas de líquido amarillento) y costras que se secan y se caen».

Se tiene conocimiento sobre esta enfermedad desde hace aproximadamente 50 años. Era un virus que se presentaba con cierta frecuencia en países africanos como Benin, Camerún, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Gabón, Côte d’Ivoire, Liberia, Nigeria, República del Congo, Sierra Leona y Sudán del Sur.

Sin embargo, en distintas ocasiones de este siglo se han detectado brotes en países no endémicos. El primero se produjo en Estados Unidos hacia 2003, pero desde entonces se ha esparcido a lo largo del mundo.

Desde mayo de 2022 el virus se apoderó de la palestra pública porque empezó a reportarse en distintos lugares del mundo. Debido a este panorama, para el 20 de mayo, la OMS emitió una alerta epidemiológica de la viruela símica en países no endémicos, tras recibir informes sobre casos confirmados en 11 países.

¿Nueva pandemia?

A pesar de que la viruela del mono ha despertado preocupación en todo el mundo, en especial después de atravesar más de dos años de padecimiento por la covid-19 y su rápido esparcimiento, hasta el momento no hay mayores razones para pensar en una nueva crisis pandémica.

El método de contagio es mucho menos agresivo que el de la covid-19. La manera más directa de transmisión es el contacto estrecho con secreciones de las vías respiratorias o lesiones cutáneas de una persona infectada.

Para que se efectúe el contagio a través de gotículas respiratorias, la OMS indica que «suele requerir un contacto cara a cara prolongado», una situación poco frecuente en la cotidianidad debido a que siguen vigentes las medidas de precaución de la covid-19 y el uso de mascarillas.

Por otra parte, estudios han comprobado que la vacuna contra la viruela ayuda a prevenir o atenuar la enfermedad por viruela símica con una eficiencia hasta del 85%. Esto quiere decir que la enorme mayoría de vacunados contra la viruela tienen poco riesgo de contraer la enfermedad.

Sin embargo, la vacunación contra la viruela culminó en 1980, después de que la enfermedad se declaró erradicada. Por lo tanto, las nuevas generaciones no tienen ese grado de inmunidad contra el virus.

A pesar de esta realidad, la OMS no recomienda una vacunación universal, ya que aún la infección es inusual. Sí recomienda incrementar la disponibilidad de las vacunas que ya están en el mercado.