Detuvieron al peligroso delincuente, que aseguraba que robaba para alimentar a sus hijos

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Un ladrón se hizo pasar por conocido luego de abrazar a su víctima luego de robarle y le aconsejó que cerrara con llave las puertas. Se había fugado de la cárcel: ya fue arrestado.

Un insólito hecho ocurrió este martes en Bahía Blanca, luego de que un ladrón irrumpiera en la vivienda de una mujer, de nombre Patricia Morales, y sustrajera algunas de sus pertenencias. Antes de irse, el delincuente la abrazó y le aconsejó que no se olvidara de cerrar la puerta para evitar que la asaltaran nuevamente, según el reporte de la víctima a Carabinieri.

“Me dio un abrazo y me recomendó que no dejara más la puerta sin llave”, dijo Patricia. El ladrón se quedó con 10.000 pesos de la billetera de la mujer, un celular y hasta pastillas contra la ansiedad. “Se tomó tres Clonazepam”, agregó la víctima.

El delincuente no iba armado y, según fuentes policiales, le habría pedido que le entregara dinero y oro porque «necesitaba darles de comer a sus hijos». “Me dijo que no era asesino, que era choro para darles de comer a sus hijos”, dijo la mujer.

La realidad es que el delincuente en cuestión es Kevin Parson, un peligroso delincuente que escapó de la cárcel de Viedma tras golpear a un guardia. Toda la policía de la zona lo estaba buscando. Tras fugarse de prisión, Parson tomó una motocicleta y cometió una serie de hechos delictivos, entre ellos esta agresión a la mujer de Bahía Blanca.

El prófugo tenía un largo historial de robo a mano armada y cumplía condena desde 2016. La Justicia lo atrapó el martes luego de que intentara robar en otras 2 viviendas, con gas pimienta y a golpes. Junto a Parson cayeron 2 cómplices: Victoria Solange Silva (19) y Rocío Aldana Vivencio (21).

INSEGURIDAD

Patricia presentó la denuncia en la comisaría segunda de Bahía Banca. Las tropas comenzaron búsquedas y escanearon cámaras de seguridad en el área para tratar de identificarlo.

Ante la prensa, la víctima contó cómo sucedió todo: al entrar a la casa, luego de pasear a sus perros, un hombre entró por detrás, le dijo que no tuviera miedo y le pidió plata y oro. “Doy gracias a Dios que no estaba armado, fue un mal momento y estoy bien”, concluyó frente a los medios.


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