El relato de una mujer que se salvó por poco del derrumbe en Miami: “Fue como si algo sobrenatural me despertó” (+Detalles)

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De forma reciente, una ciudadana de origen mexicano, reconocida con el nombre de María Iliana Monteagudo, contó su experiencia en medio del el colapso de Champlain Towers, un complejo de edificios ubicados en Surfside (Miami).

La mujer de origen latino habría comprado su apartamento con el dinero que obtuvo de su divorcio, unos $600,000 en efectivo y, como le gustó la ubicación del edificio, no dudó en comprarlo. Afirmo que nadie le advirtió sobre las fallas estructurales de las instalaciones.

“Nadie me dijo nada malo al respecto. Compré el apartamento a ciegas. Todos omitieron la realidad”, aseveró en una entrevista, según reseñó Infobae.

Ese 24-Junio, cuando el edificio colapsó, algo la despertó: “Fue como si algo sobrenatural me despertara. Sentí algo extraño y pensé: ‘Oh, olvidé cerrar la puerta corrediza del balcón y el viento está haciendo ruido”.

Sin embargo, al intentar cerrar la puerta corrediza, esta no cerraba. Además, afirmó que, en ese momento, pudo sentir cómo el edificio se movía. Luego, escuchó un crujido y notó que había una línea de unos 2 dedos de ancho, en la pared que descendía desde el techo.

“Luego comenzó a ensancharse más y más mientras miraba. Me dije: ‘Tienes que correr de inmediato”, expreso.

Entonces, comenzó una huida por sobrevivir. Se cambió la bata que tenía puesta, tomó sus tarjetas de crédito y apagó una vela que tenía encendida para la Guadalupe de México. Monteagudo salió del apartamento gritando porque temía quedar aplastada.

“Seguí gritando: ‘Dios, ayúdame, por favor. Quiero ver a mis hijos, quiero ver a mis nietos, quiero vivir”, pensaba.

Entre el sexto y el cuarto piso, hubo un fuerte ruido y notó que el edificio se estaba cayendo. Al llegar a pisos inferiores, Monteagudo tenía agua hasta los tobillos y había cables flotando en el agua. Le explicó que el edificio se estaba cayendo. Logró salir a la calle y, mientras la edificación cedía, pensó en todos los recuerdos que había perdido con su vivienda.

“Lo perdí todo, no tengo pasado. Pero le digo gracias a Dios porque todavía estoy viva”, expresó.