El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, advirtió la noche del lunes 4 de abril a los integrantes de las pandillas que si existe un aumento de la violencia y si agreden a la población civil, debido a la aplicación del Estado de Excepción en días pasados, se le quitará la comida a los miembros de esas organizaciones delictivas que están en los centros penitenciarios.
“Voy a aprovechar la oportunidad para enviarle un mensaje a los criminales ustedes desatan una ola de criminalidad y nosotros quitamos la comida en las cárceles así que mejor estense tranquilos y déjense arrestar”, dijo Bukele durante un evento de graduación de 205 alumnos de la Academia Nacional de Seguridad Pública (ANSP) que fue transmitido por redes sociales.
Ante los rumores que corren en el país sobre supuestas venganzas contra la población civil, aprovechó también para amenazar a las pandillas diciéndoles que no comerían los miembros de esas organizaciones dentro de las cárceles y que no le importa lo que digan los organismos internacionales al respecto.
“Que vengan a proteger a nuestra gente, que vengan a llevarse a esos pandilleros si tanto los quieren, los entregamos todos”, destacó Bukele.
Aseguró que las pandillas “son el brazo armado” de las organizaciones humanitarias, de los partidos que conforman la oposición y de la misma comunidad internacional.
Destacó además que desde la aplicación del Estado de Excepción han capturado a 6.000 pandilleros, que se suman a los 16.000 que ya están tras las rejas.
Nayib Bukele dijo que los salvadoreños están «felices» con las acciones que se están haciendo para contrarrestar la violencia, enfatizando que la labor de las Fuerzas Armadas y la Policía es para sacar a los criminales de las calles.
«¿Cuánta gente dejó de invertir en El Salvador porque fue uno de los países más violentos del mundo? Ahora ni siquiera entramos en el Top 20 de países más violentos, aún con el derramamiento de sangre que tuvimos hace una semana», señaló.
El Gobierno ha realizado masivas detenciones de supuestos pandilleros, en lo que ha denominado una «guerra contra las pandillas«, como lo hicieron sus antecesores.
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