En diciembre de 2012 fue asesinada la modelo venezolana residente en México, Daisy Ferrer Arenas, por una venganza liderada por su presunta pareja, uno de los líderes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El 20-Diciembre el cuerpo de Ferrer fue encontrado en un canal de aguas residuales en Guadalajara, Jalisco, con varios disparos en la cabeza, tras pasar una semana desaparecida.
Su muerte permaneció impune ante varias irregularidades con el caso e incluso las autoridades del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses se negaron a entregarle los resultados de la autopsia a sus familiares; sin embargo, dos años después del crimen uno de los responsables del hecho, conocido bajo el alias John Perro, confesó lo sucedido y contó detalles del plan para acabar con la vida de la venezolana.
De esta forma se supo que Daniel Quintero, alias El Dany, jefe de plaza del CJNG, ordenó a un grupo de sicarios que secuestraran y asesinaran a Ferrer, quien era su pareja.
La orden fue emitida luego de que la joven sostuviera una discusión con el líder criminal, aunque El Dany solo se limitó a decir que ella «había hecho algo mal», lo que llevó a los 4 sicarios a seguir sus órdenes, la secuestraron cuando estaba trabajando en un bar y la asesinaron a tiros luego de varios días.
Tras la confesión de John Perro, el jefe de plaza del CJNG Daniel Quintero fue aprehendido en Quintana Roo, aunque solo estuvo preso cinco años ya que en 2020 fue absuelto de sus crímenes y quedó en libertad.
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