Familiares de víctimas en operativo policial denuncian que fueron ejecutados

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Familiares de seis hombres que murieron durante un operativo policial mixto realizado en el barrio José Félix Ribas y otras zonas de la parroquia Petare (estado Miranda), entre el martes 27 y el miércoles 28 de septiembre, aseguraron que en realidad fueron ejecutados por los organismos de seguridad. En total, se conocen al menos 11 fallecidos que, según las autoridades, se «enfrentaron» a funcionarios policiales.

Familiares de víctimas en operativo policial denuncian que fueron ejecutados

Entre los fallecidos, destaca la historia de José Luis Vásquez, de 28 años, un pescador natural de Punta Cazonera, un poblado cercano a Manzanillo, en la isla de Margarita. El joven viajó la semana pasada a Petare por el cumpleaños de su hija, que celebrarían en la casa de sus abuelos, en el barrio José Félix Ribas.

La fiesta familiar fue el pasado jueves 22 de septiembre. Ese día, le hizo una torta, luego se quedó pasando unos días acá antes de regresar”, dijo su hermana, quien pidió no ser identificada.

“La mañana del 28 de septiembre, José Luis estaba en la casa y salió con un sándwich y un jugo en las manos. Estaba sin camisa y en pantalón corto, porque iba a una bodega al frente de la casa y regresaría. Y justo en ese momento, pasaron los policías y le dispararon. Él pidió que no lo mataran, que no era un malandro y se lo llevaron. Luego nos informaron que había muerto”, contó su hermana.

Además aseguró que el pescador “no tenía nada que ver con bandas, tenía una semana en Petare. No entiendo por qué lo mataron. Lo peor es que no nos van a dejar velarlo, porque lo presentaron como un delincuente y era un pescador que no tenía problemas con nadie”.

En el operativo también fueron detenidas al menos 22 personas solicitadas por los organismos policiales o que presentaban órdenes de captura. Además, fueron incautadas 10 armas de fuego. Participaron la Policía Nacional Bolivariana (PNB), las direcciones de Contra Bandas y Homicidios del Cicpc, el Comando Nacional Antiextorsión y Secuestros (Conas) de la Guardia Nacional, la Policía del estado Miranda y Polisucre, quienes estaban detrás de las bandas de alias “Wilexis” y Los Chicorrios.

Ninguna de las víctimas ha sido identificada por las autoridades. Tampoco fueron publicadas informaciones, minutas o una declaración oficial sobre los operativos por parte del Ministerio de Interior, Justicia y Paz.

Los familiares de Jackson González (24) recordaron que aunque no tenía trabajo fijo, “siempre estaba haciendo algo para rebuscarse. Ayudaba a los vecinos, trabajaba de obrero, lo que saliera”, dijo a #MonitorDeVíctimas su tía Francis Toro.

“A Jackson lo mataron el martes. Estaba sentado en la entrada de su casa, en el sector La Matica de Maca, cuando llegaron los policías y se lo llevaron, junto a otros dos muchachos, entre ellos, un menor de edad. Los ruletearon toda la noche”, comentó Toro.

Su pareja, Nakarid Pérez, dijo que a las 3:00 de la madrugada escuchó unos gritos. “Lo tenían en una casa cercana. Él me estaba llamando, escuché ruidos, gritos, y disparos (…) Luego, pedía auxilio. Decía que no lo dejaran morir porque tenía tres hijos, y no escuché más nada. Los metieron en una camioneta amarilla y se los llevaron”.

Junto a Jackson también fue asesinado Andrés Alcides Echezuría Cardozo, de 29 años de edad, quien deja huérfano a un hijo de 6 años.

Su papá, quien pidió no ser identificado por temor a represalias, dijo que su hijo vivía en Maca. “El hecho ocurrió en el sector La Matica de Maca Este. A ellos los agarraron a las 9:00 de la noche y los ruletearon toda la noche, en una camioneta amarilla, Toyota, Autana. A las 3:30 de la madrugada, los policías lo ejecutaron en el callejón La Venecia”.

No tenía nada que temer

Similar es la historia del comerciante Jesús Manuel Gómez Hernández, de 22 años, quien fue detenido en La Dolorita.

Gómez Hernández estaba durmiendo junto a su esposa, a las 8:30 de la mañana. “Fue cuando comenzamos a escuchar golpes -relató su pareja-. Jesús Manuel se levantó y se asomó por la ventana, vio que le apuntaban y le gritaron que levantara las manos. Yo abrí la puerta, le pedí a los policías que tuvieran cuidado, porque en la casa había tres niñas y una bebé. No teníamos nada qué temer”.

“Los policías entraron en la casa y me metieron en un cuarto con las niñas. A él lo dejaron en otro cuarto. A mí y a las niñas nos sacaron. Íbamos caminando por un pasillo cuando un policía disparó y comenzó a pedir apoyo. Decía que estaba en un tiroteo y era mentira. Yo estaba allí, cuando dispararon hacia el cielo, pero por radio decían que necesitaban refuerzos. Montaron todo un teatro”, relató la mujer.

“Intenté ir a la casa a ver cómo estaba Jesús y no me dejaban pasar. Estaba angustiada. Los mismos policías me decían que no me preocupara, que todo estaba bien, pero ya lo habían matado”.

En la casa de Jesús Manuel dejaron unos guantes y un hueco en la pared, según detalló su esposa. “Todo lo limpiaron. Se llevaron mi teléfono, un dinero que nos habían pagado la noche anterior y querían llevarse mi moto, la que utilizo para trabajar y que compré con todo mi esfuerzo y trabajo”.

Policías protagonistas de la violencia en Petare

De acuerdo con datos recopilados por el equipo de Monitor de Víctimas, desde mayo de 2017 a agosto de 2022, en Petare, por lo menos 897 personas fueron asesinadas, y de ellas 349 murieron a manos de funcionarios policiales y militares

De las 60 víctimas que ha dejado la violencia en Petare en lo que va del año 2022, 30 de estas personas murieron a manos de funcionarios policiales; en 16 casos hubo presuntas ejecuciones extrajudiciales y 10 fueron documentadas con el móvil de “resistencia a la autoridad».

Otros 4 homicidios fueron dos que quedaron atrapados en la línea de fuego, uno por violencia de género y otro en el que la causa de la muerte está por determinarse.

Petare es una guerra donde policías y bandidos imponen por igual el terror

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