Francia : Cómo se vive el escándalo de Wanda Nara, Mauro Icardi y La China Suárez

El recorrido y análisis de todo el conflicto que en Europa llaman “La telenovela de América Latina”.

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La historia de amor y su escandaloso impasse llegó a las pantallas del estadio Parc de Prince. En la noche que el Paris St Germain debía enfrentar a los alemanes del Leipzig por la Champions League, la inmensidad del estadio miraba las pantallas del estadio para escuchar al locutor enumerar los jugadores y ellos hacer el juego de siempre: “Mauroooooo”… “Icardiiiiii” respondían ellos, con aplausos o silbidos. La sentencia de los fans.

Cómo se vive el escándalo de Wanda Nara, Mauro Icardi y La China Suárez

Pero en esa noche templada de otoño, por tercera vez, Mauro Icardi faltó al PSG. Después de ausentarse a dos entrenamientos consecutivos, el club le dio dos días de franco porque “no estaba en condiciones” emocionales “por razones familiares” para jugar un partido. Mauro no para de llorar, está completamente desestabilizado, angustiado y sobrepasado por una crisis triangular digital, y al mismo tiempo, se siente inocente.

Quince minutos después del partido, Instagram volvió a reflejar esta historia de amor compartida en las redes por millones, que se volvió global, a pesar del PSG. Llegó la reconciliación.

Gracias mi amor por seguir confiando en esta familia hermosa. Gracias por el ser el motor de nuestras vidas. Te amoCuánto duele lastimar a tus seres queridos. Solo sanas cuando tienes el perdón de quien heriste”, escribió Mauro en su cuenta. Y compartió una foto de Wanda Nara, su esposa digitalmente engañada, tapándole la boca.

Luego, una selfie de la pareja, de nuevo unida, y una frase: “Mon amour”.

Las fotos que Mauro Icardi eligió para admitir su error con Wanda Nara (Instagram).

Las fotos que Mauro Icardi eligió para admitir su error con Wanda Nara (Instagram).

Así se llega al final de una ”infidelidad digital”, un nuevo status en el siglo XXI del amor. Él dejó de seguir a todas las cuentas de Instagram y solo sigue a Wanda, que no ha vuelto a utilizar las redes. En los últimos días sus seguidores habían aumentado 1 millón y medio cada uno.

La telenovela de Neuilly-sur-Seine

La telenovela de América Latina de Mauro Icardi y Wanda Nara, como la ha bautizado la prensa francesa, no solo implicó el casi seguro de divorcio de la mediática pareja, que por ahora parece haberse alejado por la aparente reconciliación. Con este ritmo, frente a estas revelaciones que incomodan al PSG que no consigue controlarlas, es la carrera de Mauro en el club y los 3 millones de euros que gana Wanda, su esposa y su agente, los que aún están en riesgo.

En el partido más importante después del enfrentamiento con Manchester City, cuando se lo preparaba a Icardi para jugar en el Tridente de Oro, junto a Kylian Mbappe y Messi, la inédita y asombrosa guerra de amor y desamor de la pareja en las redes sociales asombra a Francia. Frustra a Mauricio Pochettino, su técnico, y fuerza al PSG a preguntarse por su futuro, aunque le preocupa su salud emocional.

Francia, el país de la vida privada, con draconianas leyes que penalizan las revelaciones periodísticas indiscretas de las personas, se vio transportada a una guerra de una pareja mediática en las redes sociales, de un affaire que no entendía y que traducían mal, para mayor complicación. Creían que Wanda acusaba a Icardi y no a China Suarez de ser una zorra que había vuelto a romper otra familia.

Un sábado negro

Todo comenzó el sábado en la mansión de los Icardi en Neuilly sur Seine, con enorme piscina y fotos de Mauro taqueando en el club de polo de Paris, en un juego matrimonial peligroso. El celular volvió a sonar e Icardi le pidió a Wanda revisar sus mensajes. No encontró nada sospechoso.

Ella hizo lo mismo. La pareja llevaba al menos dos años de crisis y desencuentros. Aunque Mauro es particularmente dulce con Wanda y sus cinco hijos.

Primero fue en Instagram. Después, en la más discreta red Telegram, la misma que usan los yihadistas del ISIS para comunicarse porque está seriamente encriptada.

La China Suarez, una “femme fatal” y actriz argentina, un caso de estudio psicoanalítico, con una debilidad por iniciar affaires con hombres casados con señoras embarazadas, respondió el “Like” de Mauro Icardi en Instagram de sus sensuales fotos, con una invitación a charlar y su celular.

Ella estaba en Madrid, filmando una serie europea, se acababa de divorciar de Benjamín Vicuña, padre de Amancio y Magnolia, sus dos hijos. Icardi en su casa, junto a Wanda, sus dos hijas comunes y los tres hijos de Wanda con Maxi Lopez, un ex gran amigo de Icardi y compañero de equipo en Italia. El modelo de familia bien ensamblada, que vive al ritmo de los escándalos.

“Algún día tenemos que salir de joda vos y yo. Me encantaría encontrarte en un boliche en algún lugar del mundo que nadie te conozca”, sugirió la China, ante un asombrado Icardi.

Mauro Icardi, China Suarez
Mauro Icardi, China Suarez

¿Para qué?”, preguntó el número 9 del PSG. “Ya me aburrió la joda”, concluyó. Así comenzó este romance por videollamada postpandemia, el sueño de Mark Zuckerberg, el creador y dueño de Facebook.

Los mensajes continuaban en Telegram y subían el tono, como lo adelantó Clarín. Wanda entró en erupción volcánica. 

Con más de 8,2 millones de seguidores, Wanda se apoyó en Instagram para disparar su misil: ”Otra familia que te cargaste por zorra”, lanzó sobre un fondo negro y en letras blancas, en formato de historia.

Wanda Nara y el mensaje que hizo estallar el escándalo.
Wanda Nara y el mensaje que hizo estallar el escándalo.

La tercera en discordia

Las revelaciones no se limitaron a esta insinuación, que en Argentina intuyeron que podría relacionarse con la China Suarez, una actriz que está filmando en Madrid.

Me separé”, confesó Wanda a Ker Weinstein, una “influencer”, famosa en las redes por los chismes de la farándula.

Así se inició una crisis matrimonial pública, compartida por todos los que lo siguen, ante un equipo del PSG que se enteró pero no se sorprendió, y un club que comenzó a desesperar por su imagen y el estado anímico de Icardi, cuando quieren ganar la Champions.

El culebrón comenzó por capítulos. Los mensajes de Wanda se borraban y reaparecían en Instagram. Todos imaginaban que era al ritmo de la vertiginosa crisis. Luego se enterarían que las razones eran otras: Icardi conocía el código de su mujer y le borraba los mensajes.

Partió a Milán

Por la mañana del domingo pasado, los amigas de Wanda se comunicaron: ella se iba, en su avión privado, a Milán con las dos hijas de Mauro desde el aeropuerto de Le Bourget. Regresaba a su casa. Estaba absolutamente furiosa y lista para pedir su divorcio. Todos presumían que aparecería en la televisión italiana, donde tenía su show y era muy popular con su fluido italiano, contando su versión de la historia.

Wanda dejó de seguir a la China Suarez. Comenzó a seguir a su ex marido, Benjamín Vicuña, a quien llamó por teléfono, y pudo reconstruir el inicio de esta tragedia familiar.

Vicuña estuvo en Madrid para visitar a sus hijos y tratar de reconquistarla. Ella le contó el “histeriqueo” con Icardi por las redes. Su ex marido desistió de reconquistarla. Así se enteró Wanda de los detalles del vínculo.

Un tema tabú

Cuando todo se creía perdido, el PSG anunció que Icardi no había asistido al entrenamiento por “razones personales”, un eufemismo que tapaba y sigue tapando hasta hoy el escándalo. Ningún periodista pregunta en el PSG nada que involucre la crisis matrimonial de su jugador ni se menciona a Wanda con su nombre. Es un tabú muy francés, una defensa de la vida privada, y una forma de evitar que el PSG tome represalias, si se escribe públicamente del tema.

En otro avión privado, Mauro había partido hacia Milán para reconquistar a Wanda. Una imagen de una Wanda pulposa y con sus “lolas” cubiertas de corazón apareció en el Instagram de Mauro. “Feliz día, Mamucha”. En Argentina, no en Francia, era el día de la madre y Wanda había subido una foto de sus hijos con un mensaje bien auto referencial: “Feliz día a mí”. Las adhesiones llegaron. Hasta la de Susana Giménez, que se había preparado para viajar a Francia a entrevistar a la pareja.

Ya estaba arreglado desde antes”, aclararon fuentes que conocen bien a la esposa de Icardi.

¿Un final feliz?

Todos esperaban un final feliz, romántico. Muchos pensaban en por qué no protegían a sus hijos de este escándalo mediático, que las redes seguían como si fuera una telenovela por entregas. Los comentarios eran indiscretos, dolorosos.

El encuentro entre Mauro y Wanda en la casa de Milán fue brutal. No hubo acuerdo. Wanda se fue a un hotel. Mauro no podían contener su angustia, sus lágrimas, su impotencia. Finalmente fue a buscarla al hotel. El nuevo posteo parecía una reconciliación.

Pero el lunes por la mañana, cuando el PSG respiraba aliviado la mano de Wanda apareció en Instagram. “Me gusta más mi mano sin alianza”. ¿Reconciliación fracasada?

La publicación de Wanda Nara sin su anillo. Instagram.
La publicación de Wanda Nara sin su anillo. Instagram.

Un lunes en blanco. Si algo sabe Wanda Nara es medir los tiempos de su escándalo, de su repercusión mediática. Ni ella ni Mauro se daban cuenta que, al mismo tiempo, erosionaban con su publicidad la carrera del jugador del PSG y la paciencia del club.

En Paris, los pocos que conocen bien a Wanda aventuraban: ”¡No se van a divorciar, olvídate!. El mensaje de la China es cierto. Nada grave para una separación. Un histeriqueo digital».

Alguien que conoce a los tres personajes creía que “la China Suarez había hecho este contacto a propósito, para tener más prensa para la serie”, que va a salir en breve y que también se rodará en Paris, en los próximos días.

Lo mismo hizo con Vicuña , cuando el estaba casado con Pampita, en El Hilo Rojo. Por otra parte, Icardi jamás “le metería los cuernos” a Wanda porque es un amor con ella”, confesaban esas fuentes.

El escándalo en los medios

A pesar de las estrictas leyes de vida privada, el diario deportivo L´Equipe anunció que Icardi no asistió al entrenamiento del PSG y explicaba sumariamente la historia.

Le Parisien fue el primer diario de difusión masiva que trató el tema en Francia. “Wanda Icardi arregla sus cuentas con su marido por las redes sociales”, anunció en su título. Su fuente de información eran los diarios argentinos e italianos. La historia repercutía en todos los tabloides británicos y en los españoles porque Icardi es ciudadano de ese país. Hasta a Paris Match llegó la historia.

La imagen que Mauro Icardi compartió junto a Wanda Nara y desconcertó a todos. ¿Actual o vieja? Foto: Instagram
La imagen que Mauro Icardi compartió junto a Wanda Nara y desconcertó a todos. ¿Actual o vieja? Foto: Instagram

Luego la televisión francesa iba a remarcar esta ruptura en versión telenovela mexicana, con gastos de la serie Dinasty: avión privado para ella, para él, cartera de Hermés, botas de Vuitton. Una suma de “brands”, que parecían una propaganda de la Avenue Montaigne, la calle de la moda en Paris. Mencionaban la tercera en discordia pero nadie describía más.

En el PSG

Sorpresivamente apareció en la cuenta de Instagram de Wanda nuevamente en un avión privado. No se veía su cara sino sus botas de Vuitton, su cartera Hermés color topo y su voz. A su lado solo una pierna, con un pantalón deportivo negro y blanco, que se suponía que era la de Mauro Icardi. Era el atardecer del domingo.

Mauricio Pochettino, el manager del PSG, había anunciado que Neymar no podía jugar en el tridente ofensivo contra el Leipzig porque tenía sus abductores afectados. Su club necesitaba a su 9 desesperadamente. Icardi llegaría esa noche a París y allí hablarían para saber si podría jugar contra el Leipzig el martes. Era esencial en el plan ofensivo frente a los alemanes y Mauro podía reconciliarse con sus fans.

Mauro aterrizó en Le Bourget. La convenció a Wanda de “no perder más entrenamientos“. Pero emocionalmente estaba quebrado. La discusión por la reconciliación con Wanda no avanzaba. Ella estaba decidida a divorciarse, especialmente después de su conversación con Vicuña.

Mauro amenazaba con abandonar el fútbol, irse del PSG, si ella no aceptaba su regreso. Era un mar de lágrimas.

Nada se supo del encuentro con Pochettino. Pero el club primero lo incluyó y luego, tras una filtración de LÉquipe, anunció en “off the record” que Mauro no sería de la partida porque le habían dado otros 48 horas de licencia “por sus problemas personales”. No estaba en un estado emocional para la disputa.

¿Una reconciliación silenciosa?

En la enorme casa de Neuilly sur Seine, un matrimonio busca salvar su vínculo. Ella quería pedirle el divorcio y su marido le pidió perdón. La reconciliación llegó, también por las redes. Sería una crisis discreta, íntima, dolorosa, si no fuera que las protagonistas son Wanda y Mauro Icardi.

La diferencia es que está en juego el futuro de una pareja millonaria, su carrera en el fútbol y su amor por los escándalos. Sin medir que viven en una sociedad muy distinta a la italiana o la argentina, donde ventilar su vida privada en las redes no es parte del ADN de la convivencia ni la filosofía de un club, controlado por capitales del conservador emirato de Qatar, que cuida su imagen antes del Mundial de fútbol que ha organizado. Un curso de cultura francesa en la Alianza Francesa o un “ ”, como el que firman los refugiados al llegar al país , serían una gran contribución en estas horas de crisis emocional.