La polaca Iga Swiatek arrolló a la estadounidense Coco Gauff en la final de Roland Garros 2022 por 6-1, 6-3. Así la joven, de 21 años, certificó su segundo título del ‘grand slam’ francés, tras el conseguido en 2020.
La número uno del mundo polaca acumula 35 triunfos seguidos, una racha espectacular que supera a Serena Williams (34 en 2013), iguala a Venus Williams (35 en 2000) y está a la caza de las rachas más largas de Monica Seles (36 en 1990) y Martina Hingis (37 en 1997).
Iga Swiatek no ha perdido un solo partido desde que Barty se retiró del tenis.
Encadena 35 triunfos, que le han valido para adjudicarse los títulos de Doha, Indian Wells, Miami, Stuttgart, Roma y hoy Roland Garros. La última profesional de la raqueta en firmar seis del tirón fue Justine Henin entre 2007 y 2008.
Para encontrar su última derrota hay que remontarse al 16 de febrero en los octavos de Dubái con Jelena Ostapenko. Han pasado 108 días desde entonces con el sabor de la victoria como denominador común. En ese intervalo de tiempo, ha decantado a su favor 68 de los 74 sets disputados.
La polaca ya tiene doblete de coronas en la tierra que le vio nacer como tenista en la edición de 2020, que se jugó entre septiembre y octubre por culpa de la pandemia. Sólo Monica Seles, Steffi Graf y Chris Evert habían ganado dos veces el Abierto galo siendo más jóvenes. Un total de nueve tenistas habían repetido entorchado en la Philippe Chatrier en la Era Open.
Su última víctima ha sido este sábado Coco Gauff por 6-1 y 6-3, en 1 hora y 8 minutos. La estadounidense lloraba desconsolada en la silla de cambios. «Espero ganarte alguna vez», bromeaba a la conclusión.
La flamante vencedora, que luce un lazo en la gorra con los colores de la bandera de Ucrania, subió a su palco a abrazarse con el que quisiera. Allí también estaba el futbolista Robert Lewandowski, en la órbita del Barcelona.
Iga tiene todo para ser la mejor ‘terrícola’ de la historia, incluida su devoción por Rafael Nadal, el rey de la tierra. Una conversación entre ambos, tras perder la semifinal del Open de Australia con Danielle Collins, le cambió la perspectiva de las cosas.
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