Se determinó que el testigo del robo por el que el hombre fue condenado a 400 años de cárcel “probablemente” hizo una identificación errónea del delincuente.
A un hombre de 57 años, que pasó casi 35 en una cárcel de Florida, en Estados Unidos, lo exoneraron de un robo por el que había sido condenado a 400 años de cárcel.
Sidney Holmes fue sentenciado en 1988 por un asalto a mano armada en el condado de Boward, al norte de Miami.
Holmes, que ahora tiene 57 años, abandona la prisión tras una solicitud emitida por la Unidad de Revisión de Condenas de la oficina del fiscal del citado condado del sur de Florida.
El hombre condenado a 400 años de cárcel se contactó con esta unidad en noviembre de 2020 y alegó que era inocente del robo a mano armada en 1988 a dos personas en una tienda de conveniencia que le habían imputado, recogió el canal local NBCMiami.
Holmes, que era residente en la ciudad de Lauderhill, recibió una abultada condena por ser el supuesto conductor del vehículo en el que viajaban dos hombres no identificados que asaltaron y robaron a un hombre y una mujer a punta de pistola y sustrajeron el automóvil a uno de ellos.
La Unidad de Revisión de Condenas, en colaboración con el Proyecto Inocencia de Florida, investigó y encontró que el condenado a 400 años de cárcel presentó un alegato de inocencia «plausible» debido a cómo se convirtió en sospechoso y «la precaria identificación del testigo presencial, que fue la principal evidencia en su contra en el juicio», apuntó el medio.
Los investigadores hallaron que la identificación de Holmes por parte de un testigo ocular fue «probablemente una identificación errónea», en parte debido a las prácticas de alineación de fotos y ruedas de reconocimiento utilizadas entonces por las fuerzas del orden público.
El juez de circuito de Broward Edward Merrigan firmó una orden en la que aprueba la solicitud de la oficina del fiscal de Broward y el Proyecto Inocencia para anular la sentencia al condenado a 400 años de cárcel.
Un caso como el de Holmes fue divulgado recientemente. Se trata de la sentencia de Sheldon Thomas, que estuvo 18 años tras las rejas por un crimen que no cometió.
El hombre de 35 años fue condenado a 25 por el asesinato de un adolescente en un tiroteo ocurrido el 24 de diciembre de 2004 en el vecindario de East Flatbush del distrito de Brooklyn, en la ciudad de Nueva York.
Los tiradores huyeron de la escena del crimen y se logró la captura de tres presuntos pandilleros, incluyendo a Sheldon Thomas.
Sin embargo, al consultar con un testigo, este identificó a los otros dos hombres y las pruebas comprobaron que solo dos armas habían sido usadas para disparar desde el interior del vehículo.
Pese a esto, la Fiscalía retiró los cargos contra uno de los implicados y un juez absolvió al segundo sospechoso, dejando a Sheldon Thomas como el principal responsable.
En un procedimiento cuestionable, un detective utilizó la fotografía de otra persona con el nombre homónimo del acusado, extraída de una base de datos de la Policía y se la presentó a un testigo que lo reconoció como uno de los autores del crimen.
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