La izquierda, por primera vez en la historia de Colombia, se perfila para llegar a la presidencia del país vecino

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El izquierdista Gustavo Petro y el populista Rodolfo Hernández fueron los candidatos más votados en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de este domingo en Colombia.

La izquierda, por primera vez en la historia de Colombia, se perfila para llegar a la presidencia del país vecino

Con 94,19 % de los votos contabilizados, Gustavo Petro Urrego, del Pacto Histórico, tiene la mayor votación, pues alcanzó, al momento de cerrar esta nota 8.499.017 sufragios, es decir 40,31 %.

Ambos irán a segunda vuelta el próximo 19 de junio, según los resultados emitidos este domingo por la Registraduría Nacional que, tras el cierre de los centros de votación, a las 4 de la tarde, comenzó el conteo de los sufragios.

Durante todo el conteo, Petro sobrepasó apenas ese 40% de los sufragios, lo cual no le alcanzó para llegar a la presidencia en una sola votación, según lo establecido por la Constitución de Colombia.

El presidente de la República será elegido para un período de cuatro años, por la mitad más uno de los votos que, de manera secreta y directa, depositen los ciudadanos en la fecha y con las formalidades que determine la ley”, advierte la Carta Magna.

Si ningún candidato obtiene dicha mayoría, se celebrará una nueva votación que tendrá lugar tres semanas más tarde, en la que solo participarán los dos candidatos que hubieren obtenido las más altas votaciones. Será declarado presidente quien obtenga el mayor número de votos”, agrega.

Hernández, candidato de la Liga de Gobernantes Anticorrupción, quien sacó 5.945.692 votos (28,2%), desbancó del segundo lugar al derechista Federico «Fico» Gutiérrez, de Equipo por Colombia, quien alcanzó 5.035.221 (23,87%).

Y detrás de él se sitúa otro exalcalde de Medellín, Sergio Fajardo, de la coalición Centro Esperanza, con solo 842.467 votos (4,22 %).

La izquierda alcanzó en esta jornada su mejor resultado electoral, en un país gobernado históricamente por élites, con la mayor producción de cocaína del mundo y una violencia rural en aumento, pese al acuerdo de paz de 2016 que desarmó a la guerrilla de las FARC.

Sin embargo, una vez más la abstención, que rondó 50% en este país de 50 millones de habitantes.

Bajo la vigilancia de unos 300.000 soldados y policías, los colombianos votaron mayoritariamente en paz, en línea con las jornadas electorales de los últimos años.

Voto castigo


Petro, quien depuso las armas en 1990 tras la desmovilización del M-19, el grupo rebelde nacionalista en el que militó por 12 años, llegó a esta elección abanderando el cambio y la ruptura.

«Estamos representando la voluntad del cambio (…) confío que esa voluntad de cambio sea mayoritaria», expresó el candidato tras votar en un barrio popular de Bogotá.

Según el analista Daniel García-Peña, «en estos últimos cuatro años se ha profundizado la desigualdad y los niveles de pobreza, la inconformidad y el descontento, y quien ha sabido leer e interpretar y conectarse con el electorado es Petro».

Tal fue la sensación que se percibió entre muchos votantes. «Las personas que han dirigido el país lo tienen despedazado, entonces hay que cambiar», dijo a la AFP Luis Hernán Álvarez, guardia de seguridad que votó por Petro en Bogotá.

Sobre el final de esta campaña, Gutiérrez se alineó con el anhelo de reformas: «Colombia (…) sí necesita un cambio, pero ese cambio tiene que ser seguro».