Shakur Stevenson ya es una estrella del boxeo actual. Tras vencer a Herring en octubre, lo ratificó este sábado en Las Vegas al dar un recital de boxeo frente a Óscar Valdez, a quien derrotó por decisión unánime (117-110, 118-109 y 118-109). El de Newark logra así unificar los Mundiales WBC y WBO del superpluma.
A sus 24 años, el medallista de plata en los Juegos de Río, ha demostrado su gran adaptación al boxeo rentado y deja claro que es uno de los nombres que marcará el futuro del noble arte.
En cuanto al pleito, solo hubo un lado. La superioridad de Stevenson fue muy clara. El guion, el esperado. Valdez buscó ir al frente y el estadounidense le fue recibiendo con su jab valiéndose de una velocidad y precisión mucho mejor. En los cuatro primeros rounds, Shakur no quiso arriesgar y fue tocando prácticamente lo justo, pero le servía.
Desde el quinto también empezó a golpear abajo. En el sexto, con un gran gancho envió a Valdez a las cuerdas. Esa ayuda permitió al mexicano no caerse… pero lo acabó haciendo al rebotar en el ensogado y recibir otro golpe. Se pudo rehacer el pupilo de Eddy Reynoso.
Stevenson buscó el KO en el séptimo, y también en el undécimo subiendo el ritmo y conectando manos duras. La pelea era suya y quería una nueva finalización. No le hacía falta, porque la superioridad fue clara y manifiesta. Valdez quizá le pudo ganar uno o dos rounds, no más. Shakur dio muestras de su gran calidad, precisión y velocidad. El guerrero mexicano le puso coraje y lo intentó, pero en Las Vegas hubo un rey claro: Shakur Stevenson.
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