“Los hicieron firmar el documento (de expulsión) pero sin explicarles absolutamente nada. (…) Había un anexo que decía que si querían apelar pusieran ‘Sí’, pero cuando llegaban a esa parte ellos (los funcionarios de la PDI) les decían ‘pongan que no’. En ese aspecto, los manipularon«, denunció Luis Meléndez al medio chileno Cooperativa.
Meléndez es venezolano y reside en Chile desde hace varios años. Su hermano llegó a Colchane el 30 de enero tras cruzar la frontera con Bolivia. Aspiraban a reencontrarse. Permanecía en el Colegio Centenario en Iquique, donde realizaba una cuarentena obligatoria debido a la crisis sanitaria por el COVID-19, antes de ser expulsado en el vuelo que salió la madrugada del miércoles 10 de febrero.
“Me quitaron a mi hermano menor, a quien llevo años sin ver y que caminó prácticamente desde Colombia (…) Llegaron a las 2 de la mañana, despertaron a todos diciéndoles que mostraran sus documentos y exigiéndoles que firmaran la expulsión”, añadió Meléndez en la entrevista realizada por Cooperativa.
Deportación bajo engaño
La denuncia de Meléndez fue respaldada por el Instituto Nacional de Derechos Humanos (Indh), que señaló que la deportación de los venezolanos se realizó «bajo engaño» de las autoridades chilenas.
El organismo detalló en un recurso de amparo que interpuso a favor de 23 de los venezolanos expulsados que los funcionarios de la Policía de Investigaciones de Chile (PDI) les señalaron “que se trataba de un catastro de todas las personas que estaban ahí, por lo que todas las personas procedieron a firmarlos, a pesar de que no se les permitió leerlos, encontrándose además en la oscuridad y sin posibilidad de visualizar lo que firmaban«.
El Indh añadió en la acción constitucional que después de firmar les entregaron una copia del documento, “instante en el que recién pudieron advertir que se trataba de resoluciones que los expulsaba del país, constatando de esta manera además que habían sido engañados por los funcionarios policiales».
Posteriormente, los venezolanos que permanecían en el Colegio Centenario en Iquique fueron notificados de que tenían 24 horas “para reclamar ante la Corte Suprema”. “Sumado a lo anterior, funcionarios retuvieron en ese instante los documentos y pasaportes de los amparados«, subraya el Indh en la nota del medio chileno Cooperativa.
El hermano del venezolano expulsado de Chile confirma la versión del Instituto Nacional de Derechos Humanos: “Ellos creían que era un documento para simplemente salir de ese refugio«, expresó.
De Venezuela a Chile
Luis Meléndez contó a Efecto Cocuyo que su hermano vivía en Yaracuy, de donde salió hace un año; primero a Colombia, donde permaneció varios meses, pero luego decidió irse a Chile con otros siete migrantes.
“Caminó más en Bolivia. Me dijo que tuvo que caminar siete horas, pero se tuvo que devolver. Tuvo que pedirle cola a un gandolero para regresarse, porque después de siete horas era mucha la sed y el frío y no encontró dónde quedarse. Al siguiente día sí pudo llegar a la frontera con Chile”, dijo al medio digital venezolano.
En la actualidad, la única vía regular de ingreso a Chile que tienen los venezolanos es mediante la obtención de las visas consulares, es decir la VRD y la visa de Turismo, a menos que ya tengan residencia en Chile.
Sin embargo, el proceso de solicitud de estos visados está suspendido hasta nuevo aviso. Para colmo, en caso de contar con esos documentos, la entrada al país austral es posible únicamente por vía aérea, ya que las fronteras terrestres se encuentran cerradas por el estado de excepción y la pandemia por el COVID-19.
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