María Corina: «Mi objetivo no es ganar la primaria, mi objetivo es sacar a Maduro»

La califican de "radical de la derecha venezolana", pero ella prefiere etiquetarse como "radicalmente liberal" y más bien de centro. María Corina Machado acumula un largo recorrido de enfrentamiento con el poder chavista y quiere desafiarlo en las presidenciales de 2024

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En 2012 se midió en unas primarias de la Mesa de la Unidad y la verdad es que no le fue muy bien. “Eran otros tiempos y era otra María Corina”, dice ahora, once años más tarde. Por estos días los sondeos de opinión le atribuyen a su nombre un interesante caudal de aceptación entre posibles votantes, aunque ella desconfía de las encuestadoras locales. Ya no es la misma, por supuesto, y la situación ha propiciado que se perfile nuevamente como aspirante a otro proceso en el que la oposición busca un candidato para hacer frente al poder chavista en las presidenciales del 2024.

María Corina: «Mi objetivo no es ganar la primaria, mi objetivo es sacar a Maduro»

La líder de Vente Venezuela, sin embargo, tiene claro que no participará en una primaria “chimba”, que no contemple los votos de los emigrados y mucho menos una en la que meta sus manos el Consejo Nacional Electoral. Para María Corina Machado esto va más allá de una elección.   

-¿Cómo interpreta su ubicación favorable en las encuestas actualmente? ¿Es una consecuencia del descalabro de la oposición tras la experiencia del interinato o es que ahora sí, finalmente, la gente la ve como una opción para enfrentar a Maduro?

-Creo que son muchas cosas. Tengo más de 20 años trabajando, recorriendo a Venezuela y planteándole al país la necesidad de una transformación total en todos los planos, no más socialismo, irnos a una economía abierta, defender los derechos individuales, defender y proteger a la familia… Creo que quizás eso era como muy de avanzada para un país que solo conocía al socialismo. Hay un momento en el que las ideas se unen con la conciencia del fracaso de las otras. Y, desde luego, también creo que ha habido errores importantes en la dirección política de los últimos 20 años que han hecho que la gente diga “basta” y busque un cambio total, profundo.

-En dos notas recientes del diario español El País llama la atención que se refieren a usted con insistencia como “radical” y la describen como “la política del ala más radical de la derecha venezolana”. ¿Usted se considera “radical” y “representante del ala más radical de la derecha venezolana”?

-Yo soy liberal. Cuando ves lo que es mi vida, las causas que he abrazado, promovido y defendido y los valores en los que creo, soy –en todo caso- radicalmente liberal. Vente Venezuela es un partido de centro-liberal. Lo que pasa es que hay algunos en la izquierda que a todo lo que está a su derecha lo llaman ultraderecha. Solamente se mueven en ese eje izquierda-derecha y no entienden que hay uno transversal, que es precisamente el eje que lleva a la libertad frente a la opresión y el control totalitario.

-Ese es ahora el discurso global: o es izquierda o es derecha…

-Maniqueo completamente… Pero creo que ya la gente no come con eso, la gente está harta. Este no es un tema de izquierda o derecha en este momento, sino de lo que funciona versus lo que no funciona. El socialismo no funciona, punto. Así sea carnívoro o vegetariano, chavista o amarillo: no funciona. El socialismo es fracaso, oscuridad, hambre, miseria, ignorancia, violencia y separación de la familia. Por eso la gente no quiere saber nada de socialismo. Cuando yo empecé a hablar de liberalismo y de capitalismo hace 20 años y mucho más en 2012, la gente decía “esa mujer está loca, eso no sube cerro, eso no penetra el corazón de Venezuela”. Ve a gritar hoy “socialismo” en el mercado de Puerto La Cruz para que veas como te sacan…

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María Corina Machado: «Las primarias no son el fin, son un medio»

-Ni siquiera el mismo gobierno habla mucho de socialismo hoy en día…

-Bueno… Algunos sí, algunos quedan aferrados a eso. Y otros quieren vender como apertura y liberalismo lo que en el fondo es un acuerdo entre mafias que se pagan y se dan el vuelto. No hay nada más contrario a la concepción liberal de la sociedad que un sistema que funciona sobre la base de los privilegios y las asimetrías de información y los contactos. El espíritu liberal se basa en la libre competencia, la transparencia y el mérito.

-¿Se puede asumir ya en este momento que usted está comprometida a participar en la primaria de la oposición?

-Lo que los venezolanos pueden tener claro es que yo estoy comprometida a llegar hasta el final. ¿No está claro? El objetivo es sacar a Maduro y al régimen de Miraflores para poder hacer realidad todo lo que soñamos. Ahora, las primarias no son el fin, las primarias son un medio. Un medio que ya nosotros habíamos planteado hace más de un año cuando nadie daba nada por las primarias y me decían “¿tú crees que estos tipos que tienen más de 20 años controlando la representación de la oposición van a querer hacer primarias?”. Mira, hemos recorrido un camino… Pero estamos clarísimos de que hay mucha gente que no las quieren, algunos lo dicen públicamente y otros dicen otra cosa de la boca para afuera pero uno sabe que están haciendo todo para que las primarias no ocurran. Y no es solamente el régimen, por cierto.

-Pero ya están planteadas, con una fecha… ¿Usted va a participar o no?

-Hemos dicho que creemos en un ejercicio que ayude a construir fuerza y que por lotanto ayude a la gran contienda del 2024, que es lo que importa. Mi objetivo no es ganar la primaria, mi objetivo es sacar a Maduro y poder derrotar al régimen utilizando toda la fuerza. Si la primaria ayuda a eso, por supuesto que voy a participar. Si hacen unas primarias chimbas donde la gente no va a participar, no tiene sentido apoyar ese proceso.

-Entonces no es seguro todavía…

-Depende, efectivamente, de las condiciones y de los términos que finalmente se impongan. Así lo hemos dicho siempre.

-¿Qué es una primaria chimba? ¿Cuáles son los términos bajo los cuales usted quisiera participar?

-Creo que lo importante aquí es para qué es la primaria. La primaria es para construir fuerza para enfrentar al régimen y a uno de sus tentáculos, que es el CNE. Algunos dicen que la primaria es para darle confianza al CNE, ¡por Dios! ¡No! Todo lo contrario. Así (levanta la mano y extiende los dedos en horizontal, marcando una línea) es como funcionan las elecciones limpias, transparentes, que nos merecemos, como son en muchos países del mundo; y así (la otra mano, más abajo) es como las ha degradado el régimen. ¿Cómo quieres tú, venezolano, que sean las primarias? ¿Cómo deben ser, un ejercicio donde se exprese y se respete la soberanía popular o degradadas como algunos dicen que tienen que ser las elecciones el 24? ¡Ni de broma! Tienen que ser así (levanta la mano otra vez, marcando la línea arriba), así, impecables, para que sirvan de estándar y podamos a partir de ese momento luchar por mejorar las condiciones del 2024. Si tú aceptas hacer las primarias como son las elecciones del CNE hoy y se las entregas a Jorge Rodríguez, ¿con qué autoridad moral vas a enfrentar eso a partir del día siguiente.

El punto no es lo que ningún candidato o partido exija, lo importante es qué es lo que la gente pide. Tú me preguntas qué son primarias chimbas: unas primarias débiles donde participe poca gente. ¿Qué son unas buenas primarias? Unas primarias robustas donde participen muchos venezolanos. En conclusión: escuchemos lo que pide la gente y diseñemos un proceso que satisfaga al mayor número de venezolanos y no a unos candidatos o a unos partidos.

-¿Eso no se supone que es lo que está haciendo la Comisión Nacional de Primaria?

-Eso es lo que debe hacer la Comisión de Primaria y es nuestro deber como ciudadanos garantizar que así sea. Yo creo en una sociedad donde las instituciones están permanentemente bajo el escrutinio de la gente y la Comisión de Primaria tiene que entender eso: que está bajo el escrutinio de la gente. A algunos no les gusta que se le exija a la Comisión o se le pregunte o se le presione… ¡Pero si esa es la dinámica en una democracia! Creo que hay algunos que se metieron por el aro del chavismo y creen que hay que tratar a las instituciones como si fueran el soberano… No, no, no, ¡el soberano es la gente! Y la gente tiene derecho a exigirle a quienes están en las posiciones de servicio público.

-Finalmente, ¿usted está o no está inhabilitada?

-No estoy inhabilitada por ninguno de estos órganos, tentáculos mafiosos del régimen. No lo estoy hoy… Ahora, de que estos tipos están dispuestos a ir contra aquel que represente una amenaza, todos lo sabemos, nadie se chupa el dedo.

No estando inhabilitada yo he insistido ante la Comisión de Primaria en que todos los venezolanos que quieran participar aun siendo objeto de inhabilitaciones –que para mi son fraudulentas e inconstitucionales- puedan participar. Yo no reconozco a esos organismos del régimen y por lo tanto no puedo aceptar sus decisiones como limitantes para otras personas. No lo acepto para quienes quieren ser candidatos y no lo acepto para quienes quieren ser electores. Y me estoy refiriendo desde los más de 7 millones de venezolanos que están en el exterior y que tienen derecho a votar y a los más de 4 millones de venezolanos que tienen cédula pero no están inscritos en el REP y que también tienen derecho a votar. O a los 5 millones de venezolanos a los que han movido de un centro de votación a otro en contra de su voluntad y que también tienen derecho a votar. Y creo que la Comisión de Primaria tiene el deber de permitir que todos esos venezolanos puedan ejercer su derecho el 22 de octubre.

-Al anunciar la candidatura de Henrique Capriles la presidenta de Primero Justicia mencionó que usted está inhabilitada y luego aseguró en Twitter que usted tiene algo así como un “código rojo” en el CNE… Insisto con la pregunta: ¿hay alguna medida en su contra que le impida ejercer un cargo de elección popular?

-Sería bueno que le preguntaras a ella quién se lo dijo. ¿Cómo sabe ella algo que no sabe más nadie con relación a mí? Sería bueno saber quién se lo dijo… Ahora, aquí quien habilita o inhabilita en las primarias para decidir quién es el líder de una nueva etapa de lucha, es el ciudadano. Punto. Así que por mí, que digan lo que digan porque al final es la gente. Porque tenemos claro qué es lo que está en juego. Todo el mundo habla del 2024 como si eso ya fuera pan comido. ¿En serio? ¿De verdad creemos que este régimen va a actuar como gente decente que por ser minoría entrega el poder? ¡No vale! Aquí tenemos que entender que la primaria nos va a proveer de una fuerza, de una confianza y de una legitimidad para enfrentar al régimen y a todos sus tentáculos y sus grupos de interés, para asegurarnos de que pueda haber una elección. Por eso es que la lucha va mucho más allá de lo electoral. Es una lucha existencial. La primaria nos va a dar la posibilidad de mostrarle al mundo la fuerza y la determinación que tenemos los venezolanos para lograr que algunos actores internacionales hagan lo que les corresponde. ¿Me explico? Por eso es tan importante que los venezolanos afuera puedan votar. Le metemos medio millón, un millón, dos millones, los que sean, de venezolanos votando alrededor del mundo, gano esa primaria y al día siguiente me estoy sentando con todos los actores internacionales, desde Borrell en la Unión Europea, hasta Petro.

Esos venezolanos que voten en las primarias tienen derecho a hacerlo en la elección también. El tema es salir a luchar. Hay algunos cuya política es la derrota y están derrotados desde ya, desde siempre. Allá ellos, pero eso no es lo que quiere la sociedad venezolana. Y definitivamente eso no es lo que yo represento, ni a lo que yo convoco al país. 

«El que esté pensando y haciendo cálculos que si para el 2030 o para el 2025 de carguitos de una cosa u otra, ese no entiende nada. Yo estoy luchando por el 2024 para ganar»

-¿Por qué usted cree que es una buena opción para gobernar al país? ¿Cuál es la propuesta de gobierno de Vente en el caso de llegar a la presidencia?

-Hay dos etapas. En cuanto a la primera, creo que la gente tiene emoción y confía porque sabe que nosotros vamos a enfrentar al régimen en todos los planos, con toda la fuerza, hasta el final. Todas las propuestas de las que vamos a hablar no son posibles si primero no los sacamos. Y con relación al país que soñamos, la gente quiere vivir en un país donde puedas surgir de verdad con tu trabajo, donde haya oportunidades, y eso implica que tiene que haber enormes inversiones privadas para que la gente pueda vivir bien, tener plata en el bolsillo ganada con su esfuerzo y tener plata que valga. Eso quiere decir que tienes que tumbar la inflación a cero. ¿Eso lo pueden hacer ellos? No. ¿Eso lo podemos hacer nosotros? Sí, y sabemos cómo hacerlo.

Para que Venezuela pueda estar de primera en la lista de países para las inversiones que van a traer bienestar, tenemos que convertir a este país en el hub energético de las Américas. Y eso a su vez va a dinamizar aguas abajo muchos otros sectores. ¿Cómo puede hacerse eso? Tienes que dejar atrás el socialismo y quitarse ese chip de la cabeza: no es un Estado rico, es una sociedad rica. Es un país donde la gente pueda tener su propiedad, pueda emprender, pueda tener negocios y donde abrimos todos los sectores de la economía. Hay que ir a una privatización transparente de las más de 400 empresas quebradas que tiene el régimen, que son unos huecos negros que se chupan todo, que se roban todo… ¿Te imaginas las miles de inversiones que pueden venir a Venezuela en este contexto? 

Ah, pero tienes que tener Estado de derecho, reglas razonables, un sistema judicial autónomo, tienes que abrir los mercados, ir a procesos de licitaciones impecables y transparentes; tienes que generar condiciones para que la sociedad pueda acceder a esos nuevos trabajos y tenemos que meterle una inyección de innovación y de crecimiento al área educativa vinculada hacia el trabajo. Para eso es que necesitamos, entre otras cosas, lo que yo llamo una Venezuela trilingüe: una Venezuela donde hasta el último carricito sea fluido y entienda castellano, inglés y el lenguaje digital. ¿Esto es un sueño? Es un sueño, claro está, pero es posible. ¿Se puede hacer con una visión socialista? No, se tiene que hacer con una visión abierta de la economía.

-Puesta en el papel de candidata a la presidencia… ¿Cómo podría usted conquistar el voto de esa gente que ha apoyado al chavismo y que quizás ya piensa en la posibilidad de un cambio. ¿Esas personas apoyarían a una candidata a la que se le califica de radical y de derecha?

-Creo que ese es uno de los grandes desafíos porque si algo ha hecho el chavismo es poner unas barreras de salida muy altas: tener a la gente amarrada… He hablado con muchas personas que aun militan en el Psuv y siento que tienen ese sentimiento de que no tienen otra opción, de que si salgo aquí me lo van a cobrar carísimo y allá también… Tenemos que entender que el elemento central de esta dinámica es confianza, es cómo podemos construir confianza. Y es confianza en tu palabra y, claro, está la trayectoria de vida que tenemos cada quien. Aquí se sabe lo que vale la palabra para unos y para otros. Yo sí creo que es muy importante poder llegarle a la gente buena y decente que hay en todos los sectores de la sociedad. Y en particular a aquellos que están como presos del chavismo y de su redes. Están presos porque les dicen: si te sales de aquí, allá te van a siquitrillar. O si te sales de aquí pierdes la beca, la bombona o el Clap. En la medida en que todo esto cada vez vale menos, la gente empieza a entender lo que está en juego. Yo veo una enorme oportunidad. Y de hecho, ya hay muchas personas, muchas, que se están acercando.

Por ahí empieza un proceso de aproximación hacia venezolanos con los cuales tenemos que construir este país y que, además, tienen hoy un mismo anhelo: vivir en un país donde no haya atropellos, donde el malandro va preso, donde todos somos iguales ante la ley, donde hay seguridad personal y jurídica, donde tu puedes vivir bien con tu trabajo… Y lo que es transversal y nos une a todos: poder unificar a nuestra familia de vuelta en Venezuela. Eso lo siente todo el mundo, más allá de dónde ha estado luchando estos últimos años.

-¿Cómo es su relación con los otros partidos de la oposición, es funcional o hayque empezar a construir puentes para esa unidad que se busca con la primaria?

-Mi relación es con las personas, no con las organizaciones. Tengo amigos y gente a la que quiero, estimo y respeto en todas las organizaciones políticas y sociales. Hay gente con la que hemos luchado juntos o que hemos estado en aceras distintas, pero nos respetamos. Eso no solamente hay que mantenerlo sino estimularlo. Y con muchas de esas personas hoy en día estamos hablando en serio sobre cómo trabajar juntos desde ya, no después de las primarias, hoy, porque entendemos lo que está en juego. El que esté pensando y haciendo cálculos que si para el 2030 o para el 2025 de carguitos de una cosa u otra, ese no entiende nada. Yo estoy luchando por el 2024 para ganar, para cobrar, para sacarlos y para gobernar, no para simular ser la líder de la oposición. Yo no quiero ser líder de la oposición, nosotros queremos ser gobierno para transformar a Venezuela, para servirle a este país.

María Corina
Fotos: Alejandro Cremades

-Si resulta ganadora en la primaria le tocará ir a la siguiente fase, una elección presidencial en la cual hay que pasar por el CNE. Usted siempre ha advertido sobre las cosas que ocurren en el CNE y siempre ha desconfiado de esa institución. ¿Cómo se resuelve eso?

-Precisamente, la primaria tiene que ser sin el CNE, porque no podemos validar un sistema que está corrupto de la A a la Z. Todo el mundo lo sabe, pero hay quien te dice “no critiques al CNE. Yo sé que son unos bichos tramposos, pero para que la gente no se desmoralice”. Ah, pero entonces tú estás tratando a la gente como si fuera ignorante, boba, pendeja. Habla con la gente en Guasdualito, en La Guajira, en Petare a ver si no saben cómo es que funcionan los procesos electorales en Venezuela y el grado de intervención y control que hay. Si tú dices que está todo bien porque pobrecitos hay que lavarles la cara para que la gente vote, la realidad es que estás entregado, estás dispuesto a aceptar lo que te pongan. Y no lo que hay hoy, sino lo que de aquí a allá se les ocurra, porque en la medida en que el régimen se veamás contra la pared va a poner peores condiciones.

Nuestra estrategia es todo lo contrario. Ya sabemos lo que estos tipos son capaces de hacer, la única manera de que logremos que esto cambie es construyendo una fuerza tan grande de este lado para que los obliguemos y los vayamos poniendo contra la pared y contra la pared.

¿Que habrá elecciones en el 2024? Desde luego. ¿Que van a ser las mismas condiciones que tienen hoy? No. Eso depende de quién queda como candidato frente al régimen. Con los que no quieren luchar, sin duda se harán así las elecciones. Si somos nosotros, que se preparen porque vamos a organizar a la gente para luchar. Por eso tenemos que poner la barra aquí arriba (vuelve a levantar la mano). Por eso tenemos que hacer un benchmark para que la gente diga “así sí, así son las elecciones limpias que yo quiero, las que me merezco”. Vamos a hacer unas elecciones manuales donde vas, votas con tu papelito, lo metes en la urna transparente y te quedas todo el día viéndolo allí y en la noche cuentas cómo es la cosa, le tomas una foto al acta, te la llevas para tu casa y cuando transcriban las actas dices “ah, mira, no se robaron ni un votico”.  Así sí. 

-¿Entonces no está de acuerdo con elecciones automatizadas?

-En las primarias no. Yo estoy hablando de la primaria. Lo que creo es que cualquier cosa que ocurra de la primaria en adelante tiene que ser exigiéndole más y más y más y más al Consejo Nacional Electoral. Y eso tiene que ser sobre la base de mucha presión, de adentro y de afuera. ¿A dónde vamos a llegar? Bueno, depende…

-En ese mismo sentido, usted siempre ha advertido que este un gobierno autoritario, fue quizás una de las primeras desde el terreno político que lo calificó de dictadura…

-Y que lo dejé de llamar dictadura para llamarlo “sistema criminal”…

-¿Un gobierno así entrega el poder en unas elecciones?

-Depende. Si las concibes como elecciones, con pitos y flautas, chupándote el dedo, obviamente no… te van a echar una revolcada… Pero sí entiendes lo que es: una lucha existencial, donde cada uno de los venezolanos, dentro y fuera, con cada uno de los demócratas del mundo que entienden lo que está en juego, alineamos fuerzas en una estrategia inteligente, disciplinada, con estructuras de máxima confiabilidad –donde no nos van a infiltrar y entregar como ha ocurrido en el pasado-, eso es otro escenario. Hay muchas cosas por hacer. Pero la lucha comienza hoy, no es en el 2024. Hay que prepararse hoy y nosotros lo estamos haciendo. Muchísima gente lo está haciendo. Esto no puede ser visto como una lucha de partidos, esto va más allá de los partidos. Y por eso estamos construyendo un enorme movimiento de movimientos y aquí hay gente que viene de todos los partidos y de todos los sectores.

-Ha mencionado a la comunidad internacional… ¿Todavía se toman en serio a Venezuela después del resultado final del gobierno interino y las diatribas que surgieron?

-Tenemos un grave problema de riesgo moral, sin duda. He hablado con gente y me da mucha rabia y vergüenza cuando me dicen “no pana, lo que pasa es que en Venezuela todo el mundo es corrupto”. Y hablo de personas en posiciones en distintos gobiernos. No te lo acepto, porque la inmensa mayoría de la sociedad venezolana somos gente decente, de bien, de trabajo. Claro, los precedentes no son buenos, cuando salen estas informaciones, estos escándalos, etcétera, es muy difícil porque pierdes credibilidad. Hace falta una interlocución seria, que tenga palabra, y con la que la gente sepa a qué atenerse. Muchas veces te dicen “yo hice A,B y C y después me sacaron la alfombra y quedé guindando”, me refiero a aliados internacionales en posiciones muy debilitadas: “yo estaba resteado contigo y resulta que tú estabas por detrás entendiéndote con el régimen”. Así no. Eso no se hace. Y así como tenemos que recuperar la confianza de los venezolanos, también hay que recuperar la confianza de algunos actores externos, convencionales y no convencionales y eso incluye, por ejemplo, a los sectores financieros globales y a nuestros acreedores.

Yo sí creo que la primaria puede ayudar en ese sentido, porque se van a exponer claramente las distintas personas, sus equipos, las distintas estrategias para enfrentar al régimen en esta etapa y las distintas propuestas para transformar a Venezuela, una vez que se llegue al poder. Eso va a estar en contraste en la primaria, de modo que los actores internacionales podrán saber quién es quién. Eso puede ser un espacio para entendernos y alinear intereses.

En el caso de los actores financieros, poder demostrarles que en su mejor interés no está en presionar para que quiten sanciones y cobrar cuatro lochas ahora, sino poder beneficiarnos todos de un proceso de reestructuración del país. Todos, empezando por los venezolanos.Y vas a un proceso de privatización en el cual permites canjes de deuda por inversión, lo que significa que vas a recapitalizar el país, abrir mercados, etcétera. Esto es perfectamente posible hacerlo. Ahora, esto no lo va a hacer cualquiera, tienes que generar confianza en los mercados.

-Puestos ya en la posibilidad de su campaña presidencial… ¿le ayudan o perjudican las imitaciones de Ale Otero?

-Yo no sé, ¡pero a mí me encantan! Pero las que seguramente sí me ayudan son las que yo hago de Ale Otero…