Un tribunal de la ciudad de Fuzhou, en el sureste de China, condenó hoy a muerte al acusado de asesinar a su madre en 2015, Wu Xieyu, informaron medios locales.
El tribunal determinó que en 2015, tras la muerte de su padre, Wu Xieyu tuvo pensamientos suicidas y consideró que la vida de su madre ya no tenía sentido.
Wu preparó el asesinato comprando varios artículos en línea, como sábanas para envolver el cuerpo y productos químicos para disimular el olor. El 10 de julio de 2015, asesinó a su madre, Xie Tianqin, golpeándola con una mancuerna.
Tras el asesinato logró convencer a varios familiares de que se iba a estudiar al exterior y que su madre lo acompañaría, consiguiendo que les prestaran 222.102 dólares.
Para ocultar su identidad, adquirió ilegalmente diez documentos de identidad diferentes.
Sin embargo, fue arrestado en 2019.
Aparte del cargo de homicidio intencional, el tribunal agregó los de fraude y compra de documentos de identidad.
El caso recibió mucha atención mediática en China, en parte debido al excelente expediente académico de Wu Xieyu, quien se encontraba entre los mejores estudiantes de su escuela secundaria e incluso logró acceder a la Universidad de Pekín, una de las más prestigiosas del país.
La sentencia de Wu ha reavivado el interés por el caso y en la red social Weibo, el equivalente a Twitter en China, las expresiones de satisfacción por su sentencia de muerte son habituales en la actualidad.
Las autoridades chinas no proporcionan datos oficiales sobre el número de condenados a muerte, pero en el informe de Amnistía Internacional de 2019 sobre la pena de muerte, la organización señaló que “se cree que se han llevado a cabo miles de ejecuciones en China”, revisó.
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