Recientemente, se dio a conocer el caso de Diana Melania Sierra Castillo, de 38 años, quien habría sido asesinada de tres impactos de bala en la casa de su madre. El autor del homicidio, según sospecha la Policía, sería Edgar Casimiro Arteaga, de 45 años, expareja de la víctima.
El hecho habría ocurrido a las 6:00 am del pasado miércoles 20 de julio, en el sector Los Cuatro Pozos de la Urb. Santa Bárbara de Dos Lagunas, en la parroquia Cartanal del municipio Independencia de los Valles del Tuy (estado Miranda). Así lo refirió el portal El Pitazo.
Familiares de la mujer informaron a los funcionarios policiales que Arteaga tocó la puerta de la residencia de su exsuegra y Sierra Castillo la abrió. Cuando se encontraba dentro del inmueble, el hombre sacó un arma de fuego, insultó a su exmujer y le disparó en siete oportunidades. Aparentemente, tres balas alcanzaron a la víctima en sus piernas.
Luego de atacar a la ciudadana, el victimario habría huido del lugar con el hijo de ambos, un adolescente de 16 años de edad que presenta una discapacidad motora. Así mismo, al parecer, se llevó consigo algunos objetos de valor.
A pesar de que Sierra fue auxiliada y trasladada a un centro de salud de las adyacencias, murió en la mañana de este jueves 21 de julio en el Hospital General Simón Bolívar de los Valles del Tuy, con sede en Ocumare.
Falta de atención, insumos y ambulancia
De acuerdo con familiares de la víctima, la mujer no fue atendida oportunamente, ya que, aparentemente, no funcionan los quirófanos, no hay especialistas, medicamentos ni equipos.
Así mismo, señalaron que la mujer debía ser trasladada de emergencia al hospital Dr. Miguel Pérez Carreño de Caracas, pero no había ambulancia para ello.
Amenazas
Vale señalar que las complicaciones en la relación de Diana y Edgar comenzaron en diciembre de 2021. Al parecer, el hombre tendría graves problemas de celos «injustificados». Así lo indicaron sus familiares.
Habría sido esto lo que, finalmente, ocasionó que Sierra Castillo decidiera separarse de su esposo, ya que, aparentemente, la maltrataba y le enviaba, por WhatsApp, fotos de cementerios y tumbas.
«(La estaba) sentenciando su muerte. Quería atemorizarla», manifestó un allegado.
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