José Altuve no solo sabe batear y aportar positivamente a su equipo con el madero, también se luce con su mano enguantada y le entrega “colirio” a la vista de los aficionados.
El pequeño gigante de Venezuela se lució por todo el centro del infield al llegarle de manera grandiosa a un batazo conectado por el toletero de Seattle, Julio Rodríguez.
Una pelota que tenía intenciones de colarse en la pradera central e igualar las acciones con el corredor que se encontraba en la intermedia durante el tercer capítulo.
Le llegó de gran manera, atrapó, saltó y giró en el aire para afincar el brazalete con rumbo a la primera base, gran jugada por parte del criollo.
Al dominicano le tocó ser la víctima esta vez y luego de presenciar semejante jugada, solo le quedó sonreír y admirar el gran alcance que tiene José Altuve.
Con esa joyita a la defensiva despidió el inning y mantuvo momentáneamente la diferencia sobre los Marineros (0-1).
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