Médicos, bioanalistas, psicólogos, contadores públicos, administradores y periodistas son algunas de las especialidades que han sido acreditadas para su ejercicio con libertad en Perú.
En total, son casi 8000 profesionales venezolanos habilitados para ejercer sus carreras. Salieron de Venezuela por la compleja situación humanitaria que se vive y que huyeron al país suramericano caracterizado por una riqueza arqueológica que destaca como el Machu Picchu, Kuélap o las Líneas de Nazca.
Hasta la fecha 1,4 millones de conciudadanos hacen vida en Perú, de acuerdo con cifras de la encuesta dirigida a la población venezolana residente en ese país (Enpove). A los profesionales venezolanos los han ayudado a través de la organización Unión Venezolana en Perú (UVP) dirigida por el conocido político criollo, Óscar Pérez.
Estas convocatorias representan una oportunidad para quienes tienen la formación académica, dijo Pérez a Crónica. Uno. “Las habilitaciones abren un camino de posibilidades a las personas que durante años han trabajado en labores decentes, pero totalmente distintas para la cual tienen capacidad académica”.
Una muestra de ello es el médico cirujano, Ruthmary Sequera, que desde el municipio San Francisco en el eje costero oriental de Falcón emigró a Perú en 2019.
El médico venezolano que vendió café en Perú Ruthmary tiene 29 años de edad, de los cuales seis son de experiencias obtenidas durante sus pasantías y clínica
en el hospital general de Coro doctor Alfredo Van Grieken. Es egresada de la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda y la quinta de siete hermanos.
“Decidí salir de Venezuela para buscar algo mejor y ayudar a mi familia”, comentó vía WhatsApp a Crónica Uno.
Durante sus primeros días y años le tocó hacer de todo, hasta vender café en las calles de Lima. “Antes había trabajado como mesera, cuidando niños y como asistente de médico veterinario”, consultorio en el que hizo labores de obrera.
Con la pandemia y aún ilegal logró asistir a enfermos a domicilio. “Había que resolver los gastos”, afirmó “hasta que me contagie con covid”, luego de unas semanas de reposo salió a la calle y como su estatus era ilegal:
“Me tocó vender café”.
Pobreza, violencia, persecución política, escasez alimentaria, así como la crisis del sistema de salud, ha provocado una migración forzada de connacionales que los ha llevado a echar raíces en otros lugares para salir adelante y ayudar a quienes dejan atrás.
Según la Enpove, 57,9 % de la población venezolana de 15 años de edad en adelante tiene educación secundaria.
300 psicólogos integrarán el sistema de salud peruano 1950 profesionales lograron en 2021 la habilitación de títulos ante la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu) y, posteriormente, la colegiatura en los respectivos gremios.
A través del proyecto de inclusión económica, se habilitaron 1250 profesionales venezolanos como psicólogos,
contadores y periodistas. Con otros aliados estratégicos, la Unión Venezolana en Perú sumó otros 700. En 2020, se lograron integrar 6000 profesionales de la salud que forman parte de la primera línea en la vanguardia contra la COVID-19 en Perú.
Desde médicos, enfermeras, odontólogos, periodistas, educadores, contadores y administradores, entre otros, buscando generar oportunidades e impulsar el proceso de inclusión económica que se adelanta en ese país.
Enpove reveló que 37,9 % de los residentes venezolanos cuentan con educación universitaria.
En los años 2017 y 2018, se agudizó la crisis política y económica de Venezuela y esto generó que cientos de miles de ciudadanos emigraran hacia países de la región y del mundo, entre ellos, a Perú.
Unos 32.000 psicólogos colegiados se registran en Perú, mientras la población total es de 32 millones de habitantes. Y 65 psicólogos criollos representan la primera avanzada de más de 300 profesionales de la salud mental que esperan para habilitar sus credenciales.
“Lo que demuestra así que la migración venezolana contribuye al progreso y desarrollo del país de acogida”, afirmó Óscar Pérez.
Según la información de la Organización Mundial para las Migraciones (OIM), en 2019, 71,3 % de inmigrantes venezolanos estaban empleados informalmente: 51 % como trabajadores dependientes; 20 % como independientes y 29 % estaban desempleados en el país suramericano.
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