Jhonier Leal, es el responsable de la muerte de su hermano, el estilista Mauricio Leal, y de su madre, Marleny Hernández, estaría enfrentando una condena de 17 años.
La rebaja de pena se debe a que Leal aceptó los cargos en su contra horas después de negar su responsabilidad en el crimen, aunque aún estaba en los tiempos establecidos por la ley colombiana para dar ese paso y lograr beneficiar de la menor pena que reciben los acusados que le evitan al Estado el desgaste de llevar a cabo un proceso penal.
Esta posibilidad ha generado muchas críticas por el hombre que asesinó a su hermano y a su madre terminará, pagando menos de la mitad de la condena que debería recibir por este tipo de crimen que sería de entre 40 y 45 años de prisión.
Aunque la indignación es entendible, no resiste el contraste con la realidad del sistema penal acusatorio de Colombia que además se caracteriza por la dificultad para lograr sentencias condenatorias contra los acusados en toda clase de delitos.
Los datos de los últimos años sugieren que las salidas de los procesos se basan en que no es posible ubicar a la víctima o al posible victimario, o la conducta denunciada no puede tipificarse como delito y se deja de lado el proceso hasta obtener nuevas pruebas. De esta manera se evacuaron casi 380.000 investigaciones y procesos penales de los 446.000 que cerraron en el país durante 2020.
Por esta razón la aceptación de cargos y los acuerdos en etapas más avanzadas del proceso penal representan una de las vías para lograr la mayoría de condenas, aunque esto implica rebajas de penas.
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