El excomandante paramilitar colombiano confesó que en el 2001 se crearon hornos crematorios con el fin de no dejar ningún tipo de evidencia de las masacres
Salvatore Mancuso Gómez, excomandante paramilitar colombiano, narró este viernes las incursiones que se realizaron en zona fronteriza, acotando que más de 200 cuerpos de las víctimas de las masacres en Colombia fueron arrojados en territorio venezolano por órdenes de sus superiores.
En su crudo relato, Mancuso -quien comandó durante varios años el Bloque Catatumbo- narró las incursiones que se realizaron en zona fronteriza, mencionó las muertes, los desplazamientos forzados y las fosas comunes que se construyeron producto de los conflictos en Catatumbo, en el departamento de Norte de Santander.
Por orden del máximo comandante de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), Carlos Castaño Gil, se fijó que durante las incursiones se tenían que dejar “tirados” los cuerpos sin vida de las víctimas, esto como una estrategia de guerra para sembrar miedo en la población civil y enviarle un mensaje directo a los grupos guerrilleros.
“Pero eso llegó al extremo de que nos llevábamos por delante poblaciones que se desplazaban. Producto de este temor y este terror que infligíamos con nuestras acciones. Así que fue parte del teatro de operaciones poner en escena un teatro de terror, un teatro que impactara”, dijo.
Esta situación generó un conflicto con Carlos Castaño Gil puesto que Mancuso no estaba de acuerdo con esta estrategia. Sin embargo, para evitar problemas, siguieron cumpliendo la orden, ya que nadie quería contrariar lo ordenado por el máximo jefe.
Fueron estos mismos comandantes quienes tuvieron la idea de arrojar los cuerpos sin vida en la frontera con Venezuela. En sus crudas palabras, para “cambiarlos de jurisdicción”, indicando que las víctimas superarían las 200.
Hornos crematorios para no dejar evidencia
“Les solicito de manera muy respetuosa, su señoría, que me permitan al lado de ustedes ir personalmente con ustedes, para que pueda identificar dónde quedan esos lugares, recuperar esos despojos y repatriar, para mitigar un poco el dolor a la familia”, clamó Salvatore Mancuso Gómez.
“Varios miembros de las autodefensas fueron hasta territorio venezolano y arrojaron cuerpos, por eso uno de mis compromisos es lograr recuperar esos cuerpos. Esas desapariciones ocurrieron entre el año 2000 y 2001”, contó.
Mancuso confesó también que, para esa época, “el mismo Carlos Castaño les emitió una orden para que cambiaran todas sus operaciones en el territorio nacional. Fue en ese momento en que se empezaron a instaurar los infames hornos crematorios con el fin de no dejar ningún tipo de evidencia sobre las víctimas”.
En su declaración, el excomandante paramilitar se comprometió a entregar, en una audiencia reservada, los nombres y cargos de los oficiales que participaron en las acciones anteriormente mencionadas, según reseñó el portal Semana.
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