Fué Secuestrado en China cuando era bebé y se reencontró con sus padres 32 años después

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Un hombre chino identificado como de nombre Mao Yin que fue secuestrado cuando era tan solo un niño, hace 32 años, logró reunirse con sus padres biológicos, luego de que la policía utilizara la tecnología de reconocimiento facial para ayudar a localizarlo.

Yin tenía solo dos años cuando fue arrebatado frente a un hotel en Xi’an, en la provincia central de Shaanxi, en 1988. La situación se produjo cuando Mao estaba volviendo del jardín de infantes con su hijo. En un momento, el niño le comentó que tenía sed, por lo que su padre entró a un hotel para buscar un poco de agua.

En ese instante, Mao fue secuestrado y vendido a una pareja sin hijos en la vecina provincia de Sichuan, que lo crió como a su propio hijo, informó la oficina de seguridad pública de la ciudad en un comunicado. Según informó la BBC, la pareja habría pagado el equivalente a 840 dolares por el niño.

La madre de Mao, Li Jingzhi, dijo a CCTV que luego que se lo llevaran, ella renunció a su trabajo y envió más de 100.000 volantes a los funcionarios y apareció en varios canales de televisión para solicitar su regreso, al punto de convertirse en una cara popular en el mapa de medios locales.

Ante esa situación, CNN reportó que Mao recordaba haber visto a Li hablar de su hijo desaparecido en televisión, pero nunca se imaginó que pudiera tratarse de él.

La familia antes del secuestro

En las últimas tres décadas, Li había seguido 300 posibles pistas para ver si llevaban a su hijo desaparecido; donde todas resultaron ser falsas.

A pesar de ello, los padres adoptivos de Mao lo habían rebautizado como Gu Ningning, y creció sin saber de sus padres biológicos o que había sido secuestrado.

Después de más de tres décadas, a finales de abril, la policía de Xi’an recibió la alerta de que un ciudadano de la provincia de Sichuan había comprado un niño de Shaanxi a finales de los años ochenta.

En tal sentido, haciendo uso de la tecnología, la policía “envejeció” una de las fotos de la infancia de Mao, según la emisora estatal CCTV, y utilizó el modelo para escanear la base de datos nacional y encontrar coincidencias cercanas. La policía localizó a Mao y luego constató que era el hijo secuestrado de Li Jingzhi después de una prueba de ADN.

Los volantes búsqueda y la imagen que sirvió para el reconocimiento facial

De esta manera, el niño, ahora con 34 años de edad tuvo una emotiva reunión con sus padres biológicos, que nunca abandonaron la búsqueda de su niño desaparecido.

En el encuentro, organizado por la policía de Xi’an, Mao salió de una puerta lateral a una sala de conferencias y corrió a los brazos de su madre.

“No quiero que me deje nunca más. No dejaré que se vuelva a separar”, dijo Li mientras se aferraba a la mano de su hijo. Ella había ayudado a ubicar a 29 niños separados de sus familias y prometió que seguirá ayudando con más casos pendientes. “Es el mejor regalo que he recibido”, añadió.

Mao, que tiene un negocio de decoración en Sichuan, le dijo a CCTV que se mudaría a Xi’an para vivir con sus padres biológicos.

A pesar, que no existen estadísticas oficiales sobre el número de niños que desaparecen cada año en China, en 2016 se creó un sistema para enviar alertas sobre niños desaparecidos mediante los medios de comunicación social y mensajes de teléfono móvil. Además, hay más de 51.000 familias registradas en “Baby come home” (“Bebé ven a casa”), una popular plataforma en la que padres comparten noticias sobre niños perdidos.

Además, el secuestro y la trata de niños se hicieron popular en China a partir del decenio de 1980, cuando se aplicó la draconiana norma de un solo hijo, y la obsesión cultural por los hijos varones también alimentó la demanda de bebés secuestrados.

A pesar de ello, la policía ha cooperado con más de 6.300 niños secuestrados a encontrarse con sus familias durante la última década a través del sistema de cotejo de ADN, anunció la agencia oficial de noticias Xinhua.

El secuestro de bebés tuvo lugar sobre todo en la década de 1990 con la política del hijo único en China, que creció la demanda por los niños, tradicionalmente preferidos en el país pese a que esta tendencia se ha ido atenuando en los últimos años, especialmente después del fin de la política en octubre de 2015.