El estadounidense rechazó los cargos de la Fiscalía por feminicidio agravado en concurso con ocultamiento, alteración o destrucción de elemento material probatorio.
a Fiscalía General de Colombia realizó el 27 de enero la audiencia de imputación del ciudadano estadounidense John Poulos, acusado por el asesinato de la DJ Valentina Trespalacios. Durante la presentación, se le dictaron cargos por feminicidio agravado en concurso con ocultamiento, alteración o destrucción de elemento material probatorio.
De acuerdo con el portal colombiano Noticias Caracol, Poulos se negó a aceptar los cargos y se declaró inocente, por lo que ahora pasará a juicio ordinario. Actualmente enfrenta una pena mínima de 500 meses de prisión por feminicidio, más otros 48 por ocultamiento (más de 45 años en total). De haber aceptado su culpa, sus abogados habrían podido negociar una reducción de condena de hasta 375 meses (31 años).
Se espera ahora que el proceso contra Poulos, de 35 años de edad, se extenderá por otras cuatro audiencias más, mientras se desarrollan las investigaciones. Al terminar la sesión, ambas partes solicitaron aplazar la próxima audiencia. La defensa propuso realizarla el 31 de enero, a las 9:00 am (hora local), a lo cual el juez aceptó.
Intento de fuga
Luego de que el cuerpo de Trespalacios fuera encontrado en un basurero de Bogotá el 23 de enero, las autoridades emitieron una orden de captura contra Poulos, quien había salido del país ese mismo día. El estadounidense fue interceptado por Interpol en el Aeropuerto Internacional de Tocumen, en Panamá. Allí hacía una escala para tomar un vuelo hacia Turquía. De acuerdo con el portal colombiano Cambio, Poulos pensaba viajar de allí a Montenegro, país que no tiene acuerdos de extradición con Colombia.
Las autoridades le confiscaron un boleto de Turkish Airlines con destino a Estambul, además de su equipaje, dispositivos electrónicos y 8.000 dólares en efectivo. El fiscal colombiano Daniel Gómez indicó al diario El Espectador que Poulos se negó a cumplir con varios procedimientos de rigor como el examen médico. Exigió comunicarse con representantes de la Embajada de Estados Unidos, con quienes se quejó de presuntos maltratos durante su detención.
Finalmente Migración Panamá aprobó la deportación del acusado, quien al llegar de regreso a Bogotá fue trasladado al Complejo Judicial de Paloquemao. La noche del 26 de enero el juez 59 penal ratificó la captura de Poulos y en la madrugada se desarrolló la audiencia de presentación. La segunda audiencia, que empezó en la tarde del 27 de enero, y se alargó debido a fallas en la traducción simultánea. Se tuvo que hacer varios recesos para que la intérprete le explicara al estadounidense cómo se desarrollaba el proceso.
Obsesión y celos
Durante la audiencia, se reveló que Poulos y Trespalacios habían tenido relaciones sexuales la noche del asesinato. Posteriormente, el sospechoso la habría golpeado fuertemente para después estrangularla con sus propias manos.
Un elemento crucial para la investigación son las grabaciones de seguridad del edificio en el que se alojaba Poulos, quien había llegado desde Estados Unidos el 19 de enero para conocer personalmente a la víctima. En los videos se ve que Trespalacios pasó todo el fin de semana en su apartamento, saliendo juntos en varias ocasiones a comer. La última vez que apareció en cámara fue el 22 de enero. Entró a la casa, pero nunca se le vio salir.
En cambio, a Poulos se le vio salir en varias ocasiones con el equipaje de la mujer, además de un carrito con una gran maleta dentro de la cual estaba su cadáver. Como la cabeza sobresalía de la maleta, la tapó con una manta. Metió todo en su vehículo y lo llevó a un basurero de la localidad de Fontibón, al oeste de la ciudad, donde se deshizo de la evidencia. De acuerdo con los medios de comunicación colombianos, la maleta en la que se encontró el cuerpo de Trespalacios presuntamente pertenecía a Poulos.
La pareja se había conocido unos meses antes a través de una aplicación de citas, manteniendo una relación a distancia. La Fiscalía afirmó que en ese tiempo Poulos ya había mostrado señales de estar obsesionado con la artista de 23 años de edad. “Controlaba sus amistades, vigilaba sus redes sociales y contrató un investigador privado para que la siguiera”, declaró el fiscal.
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