Indignación desató en Bolivia la noticia de un brutal crimen cometido en una zona rural de un municipio conocido como San Pedro, en el departamento de La Paz, donde un hombre de 23 años identificado como Steve Buddy Escobar atacó con arma blanca contra su propio padre, un adulto mayor de 64 años, causándole un total de 67 puñaladas, según el ministro de Gobierno del país, Eduardo del Castillo.
A pesar de que el asesinato ocurrió el 27 de abril, el caso logró ganar relevancia nacional esta semana porque el joven, que huía el día del crimen, logró ser capturado y presentado a las autoridades correspondientes el mes pasado.
La captura se convirtió en noticia nacional en su país, luego de que el propio ministro de Gobierno anunciara la captura, presentando al imputado en un documento público en el que se podía ver al joven con las manos esposadas a la espalda, un chaleco antibalas y una centelleante cabellera color aguamarina.
Tras la captura, los detenidos se encuentran a la espera del juicio que determine su responsabilidad y la condena a pagar.
Luego de conocerse la noticia de la aprehensión del joven, a través de las redes sociales, múltiples voces se han escuchado para pedir a las autoridades que se le juzgue con todo el peso de la ley; no obstante, también han cuestionado el tiempo que transcurrió entre la comisión de los hechos y la captura del presunto responsable, manifestando que, dadas las circunstancias en las que mató a su propio padre, él debería ser considerado un peligro para la sociedad.
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