Un hombre de 32 años asesinó de dos puñaladas a su esposa de, 26 años de edad, frente a sus hijos, el pasado martes en Barranquilla, Colombia.
El hecho ocurrió en la carrera 4, con la calle 52 B, del barrio Las Américas, en la localidad Metropolitana de Barranquilla, donde la pareja, de nacionalidad venezolana, residía desde hace dos años.
Familiares identificaron a la víctima como Yasli Carolina Ortega Bastidas, quien tenía más de 10 años de convivencia con William Molina Soto.
Vecinos relataron que en reiteradas ocasiones escuchaban peleas en la vivienda de la pareja.
Sin embargo, esta última fue la más grave. Molina Soto estaba bajo los efectos del alcohol y, tras un ataque de rabia, apuñaló dos veces a su pareja.
Oficiales de policía que patrullaban la zona detuvieron inmediatamente al agresor.
Molina Soto trabajaba como vendedor de frutas en el centro de Barranquilla.
Pedro Ortega, padre de la víctima, contó que su hija “a veces me llamaba a las 10:00 de la noche, para decirme que peleaba con el marido”.
A pesar de que sus familiares aconsejaron a la mujer poner fin a su relación, ella no hizo caso, comentó Ortega.
Los familiares de Ortega Bastidas esperan que las autoridades hagan justicia y que el agresor pague por la muerte de la joven madre.
La mujer deja en estado de orfandad a tres niños de nueve, seis y dos años.
Yasli alcanzó a llegar con vida a la clínica San Ignacio, donde murió de las heridas mortales que le propinó su pareja. Hoy el presunto feminicida fue imputado por el cargo de feminicidio agravado, cargos que no aceptó.
El juez pidió que debía tener medida intramural, es decir enviado a la cárcel. La Fiscalía Segunda Especializada señaló que el hombre venía ejerciendo sobre la víctima un ciclo de violencia desde que vivía en Venezuela y que continuó en Barranquilla. Así lo declaró el padre de la mujer, que venía insistiendo en su separación de ese sujeto tan violento.
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