Nuevo look, pero igual eficiencia y resultado en el salto triple. En efecto, la venezolana Yulimar Rojas se presentó en la cita de Lausana, Suiza, con su cabello teñido de rosa intenso, pero lo que no varió fue su impresionante hegemonía en la modalidad atlética en la que acumula títulos y récords mundiales y olímpicos.
Y es que la criolla, quien se mantiene invicta desde aquel 14 de agosto de 2016 cuando fue superada en la final olímpica de Río de Janeiro por la colombiana Caterine Ibargüen, ha erigido una inexpugnable muralla que la hace hoy día la más sólida especialista del salto triple en todo el planeta.
Desde hace cinco años la espigada atleta ha derribado barreras como hicieran los Springboks, el equipo de rugby de Sudáfrica, que se dio el lujo de vencer en la final de la Copa Mundial de 1995 nada menos que a los All Blacks, los temibles jugadores de Nueva Zelanda, lo que inspiró la laureada película dirigida por Clint Eastwood, “Invictus”.
En el filme, que recrea las vicisitudes del presidente sudafricano Nelson Mandela, los Springboks pudieron unir a un país, lo que -en su justa medida- ha hecho Yulimar en cada presentación.
Una muestra más de ello ocurrió la semana anterior en el estadio atlético de Lausana, donde toda Venezuela centraba su atención. Y Yulimar no defraudó, imponiéndose con un salto de 15,31 metros, para clasificar a la final de la elitesca Liga de Diamante, a realizarse en Zúrich el próximo jueves 8 de este mes.
En Lausana, como en el anterior meet en Mónaco, la campeona venezolana confrontó problemas con la plancha de impulso de salida, cometiendo varios saltos nulos luego de agenciar 14,99 metros en su primer intento, pero se reservó para el quinto vuelo con el que marcó el 15,31 ganador.
Es cierto que estuvo por debajo de su récord mundial al aire libre de 15,67 metros, pero la verdad es que no fue exigida por sus rivales de turno, quienes no pudieron rebasar la marca de los 15 metros.
La jamaicana Shanieka Ricketts, su más cercana rival, fue incapaz de superar los 14,64; mientras que la ucraniana Maryna Bekh-Romanchuk, quien había llegado a Lausana con el aval de haberse colgado la semana anterior la medalla de Europa con un salto de 15,02 metros, estuvo muy por debajo de esa marca y, con 14,31, finalizó tercera.
La portuguesa Patricia Mamona, número uno del ranking europeo y subcampeona olímpica en Tokio –detrás de Yulimar-, quedó fuera del podio en Lausana, con un brinco de 14,22 metros, bueno para terminar cuarta.
Como se evidencia, estamos en presencia de una atleta excepcional que amenaza con afianzar su imperio en el tiempo, toda vez que mientras en cada salto impone su técnica, garra y disposición, sus rivales lucen resignadas y solo enfocan sus esfuerzos en cuál de ellas finalizará segunda, detrás de la espigada venezolana que emerge decidida como la leyenda viviente del salto triple.
Último desafío
Tras imponerse en Lausana, Rojas se enfoca en mantener actualmente su nivel de excelencia de cara a la última reunión del circuito de atletismo más importante del planeta, la que se llevará a cabo en Zúrich, a 174 kilómetros de su última gesta.
«Hemos trabajado mucho durante este tiempo para seguir avanzando. Estoy contenta con el resultado pero no hay que descuidarse. Debemos ajustar los detalles, corregir los nulos y mantenernos, para lograr la victoria en la final de la Liga de Diamante», dijo Yulimar, quien aspira a mantener su racha invicta que ya va por 19 triunfos, 17 de ellos con marcas sobre los 15 metros.
Por ello, espera culminar la campaña de la mejor manera posible, que no es otro que ganar en Zúrich, lo que le valdría además un jugoso cheque, que premia al máximo esfuerzo.
«He estado súper a gusto con la mente y las fuerzas puestas en el objetivo final de esta temporada que es revalidar mi título de la Liga Diamante. Nos vemos en Zúrich», sentenció Rojas, poseedora de los récords mundiales al aire libre (15.67 metros) y bajo techo (15.74).
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