Confesó que mató a su madre y reveló dónde ocultó parte del cuerpo

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Un tatuaje permitió identificar el cadáver luego de que un hombre, quien al parecer iba a abordar un vuelo a otro país, confesó que mató a su madre. ¿Por qué cometió el crimen?

Un hombre de unos 30 años en Bélgica, confesó que mató a su madre y metió partes de su cuerpo en un refrigerador encontrado en un canal en el este del país, informaron los fiscales el viernes 28 de julio.

La nevera con su espeluznante contenido (dos brazos y dos piernas) fue encontrada el martes 25 flotando en un canal en las afueras de la ciudad de Lieja, lo que desencadenó una investigación por asesinato. Eso llevó a los detectives a descubrir el resto del cuerpo de la mujer, la cabeza y el torso, en un contenedor de basura arrojado a un río cercano.

Un tatuaje en el torso ayudó a identificar a la víctima como una mujer de unos 70 años, dijo a la AFP una portavoz de la fiscalía de Lieja.

El hombre que confesó que mató a su madre, nacido en 1988, fue detenido poco antes del amanecer del jueves en un hotel cercano al aeropuerto de Bruselas. Al parecer, se estaba preparando para tomar un vuelo a Corea del Sur, desveló la portavoz Catherine Collignon.

Al ser interrogado por la policía, el sujeto «confesó», agregó, y el juez de instrucción ordenó que lo acusaran y lo detuvieran.

Los primeros indicios de la investigación sugieren que la madre y su victimario tenían discusiones regulares después de que él se mudó con ella, tras la pandemia de COVID-19.

Se dijo que el asesinato ocurrió en Seraing, un barrio al suroeste de Lieja, donde la mujer vivía con sus dos hijos y un nieto, según los medios locales.

También se dio a conocer que el hombre que confesó que mató a su madre le habló del crimen a alguien de su entorno, quien compartió la información con otra persona, la cual se contactó con la policía.


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