El terremoto de magnitud 6.8 que sacudió Marruecos el viernes 8 de septiembre de 2023 ha causado una gran devastación.
El epicentro se localizó en la cordillera del Atlas, a 60 kilómetros al sur de Marrakech, y sus consecuencias se han sentido en una gran área alrededor.
Las observaciones desde la órbita sugieren que una falla que había permanecido inactiva en tiempos modernos se rompió ese viernes.
El Ministerio del Interior marroquí elevó el número de víctimas mortales a 2.901 personas, mientras que los heridos ascienden a 5.5303. Unicef también informó que unos 100,000 niños se han visto afectados por el potente temblor.
Las provincias más afectadas son Al Haouz, Taroudant y Chichaoua, especialmente en las montañas del Atlas donde es difícil acceder a muchas comunidades y donde muchas casas se derrumbaron por el terremoto.
Los residentes han descrito pueblos enteros que sufrieron daños y en donde rescatistas no han podido recuperar los cuerpos de los escombros.
Las labores de rescate continúan y las autoridades están trabajando para llegar a las zonas más afectadas y proporcionar ayuda. La Cruz Roja ha declarado que “Las próximas 24 a 48 horas van a ser críticas para poder salvar vidas”.
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