Un hombre de Massachusetts prendió fuego a un apartamento cuando su novia le dijo que iba a dejarle, según la policía de la ciudad de Peabody.
Edi Diazabakana, de 39 años, fue detenido tras agredir presuntamente tanto a su ahora ex novia como a la madre de ésta.
La ex novia le había dicho que iba a poner fin a la relación, según el informe de la detención obtenido por WCVB. Ella se fue a la cama. Diazabakana, sin embargo, supuestamente regresó, encendió el fuego y la golpeó en la cara varias veces.
Ella intentó huir. Diazabakana supuestamente la detuvo y le dijo «que iban a morir allí juntos». Finalmente, la mujer consiguió escapar.
«Mi madre trató de ayudar pero él se resistió», dijo Sasha, la hermana de la ex novia, según CBS News. «Mi madre salió corriendo a buscar ayuda y sólo por la gracia de Dios mi hermana y mi madre están las dos vivas ahora mismo».
La policía dijo que un agente se encontró con la madre fuera del edificio, según el informe de WCVB. Ella había sufrido una quemadura en el pie.
«Me informó de que el novio de su hija había provocado el incendio y había intentado matarlas a las dos», escribió el agente.
El agente entró en el edificio y encontró a una mujer desnuda con quemaduras en los pies. La mujer dijo que su novio estaba en el piso de arriba.
«Ella declaró que estaba durmiendo y que él entró en el dormitorio, encendió fuego intencionadamente en la cama y le dijo que iba a matarla a ella y a sí mismo», escribió la policía.
«Estaba sin ropa y tenía la pierna quemada», dijo una vecina, Evillyn Chagas, al citado medio. «Yo estaba como, ‘¿Qué ha pasado? Entonces, ella dijo: ‘Oh, le dije a mi [novio] que ya no íbamos a estar juntos, así que prendió fuego a la cama'».
La policía afirmó haber descubierto un bidón de gasolina de cinco galones y un soplete. El sistema de aspersores del edificio también se activó, causando daños por agua. Los vecinos del edificio de apartamentos, Tanner City Residences, tuvieron que marcharse, enfrentándose a un posible desplazamiento durante semanas.
Diazabakana se enfrenta a sendos cargos de incendio provocado, intento de asesinato, agresión doméstica y lesiones a un miembro del hogar, y secuestro.
Su familia calificó las acusaciones de atípicas. Lo describen como un hombre tranquilo y trabajador, con dos hijos de un matrimonio anterior. Afirmaron que era él quien intentaba poner fin a la relación.
«Nunca había cometido un delito. Mi hermano nunca haría algo así», declaró al medio la hermana del acusado, Nakasa Diazabakana. «De lo que le acusan es una locura. Sé que él no lo hizo».
«Sé que esto es un montaje», dijo Sola Diazabakana, otra hermana. «Pero la verdad siempre prevalecerá».
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