A sus 96 años, la abuela de Milagros viene recibiendo peluches como obsequio de su nieta en cada cumpleaños, pues se ha vuelto una tradición.
Una abuela se mostró muy emocionada al recibir peluches como obsequio, pues acostumbra besarlos, abrazarlos y hasta hablarles.
Muchas veces en la vida no podemos tener las cosas que deseamos debido a diferentes situaciones por las que pasamos en la vida. Ese deseo muchas veces no se va de nuestra cabeza y queda siendo parte de nuestra identidad.
Tal es el caso de Nélida Coppola, una anciana de 96 años que durante su infancia no pudo tener juguetes como lo quería. Sin embargo a su avanzada edad logró recibir algunos peluches de parte de su nieta, los cuales Nélida quiere con toda el alma.
Abuela se emociona al recibir peluches
Nélida Coppola nació en Rosario, Argentina, en el año 1928. Su nacimiento se dio a puertas de La Gran Depresión, una época en la que la crisis económica afectó al mundo. Esto claramente trajo consecuencias a la familia de Nélida, pues eran de clase media trabajadora y debido a eso no pudieron comprarle juguetes de pequeña.
Sin embargo, aún así pudo disfrutar una buena infancia con tan solo una muñeca de trapo y en ocasiones jugando al fútbol. Con el pasar de los años Nélida creció, contrajo matrimonio, tuvo hijos y más adelante fue abuela de 12 nietos.
Ella pasó por duros momentos tras afrontar la muerte de algunas de sus mascotas, por lo cual su nieta Milagros quiso contentarla de alguna forma.
“Yo ya veía venir la situación, no podía ver a mi abuela sufrir de nuevo, y me acordé de la forma en la que miraba mis peluches cuando era chiquita; lo mucho que le gustaban mis muñecas“, contó Milagros.
Debido a eso, Milagros decidió regalarle a su abuela un perrito de peluche, el cual venía con su collar como muestra de apoyo. Al recibir el obsequio, la abuela no pudo contener la emoción y demostró lo mucho que le gustó.
“Me dio uno de los abrazos mas lindos que recibí en mi vida. Lo abrazaba, lo acariciaba, estaba tan agradecida, ella sentía que le había dado un compañero”, contó Milagros.
Debido a la buena acogida que tuvo este obsequio por parte de su abuela, Milagros decidió regalarle más y convertirlo en una tradición. Pues en cada cumpleaños, Milagros le regala otro animal de peluche que su abuela recibe con mucho cariño.
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