Adolescentes que arrollaron intencionalmente a ciclista y lo grabaron serán juzgados como adultos

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La muerte de este ciclista de 64 años de forma tan absurda ha causado una ola de indignación en redes sociales debido a la crueldad de las imágenes. Los acusados tienen 16 y 17 años.

Jesús Ayala, de 17 años, extremo izquierdo, Andreas Probst, de 64 años en el medio y Jzamir Keys, de 16 años, extremo derecho

Dos adolescentes acusados de atropellar el mes pasado deliberadamente con su carro a un ciclista mientras filmaban la acción fueron presentados este jueves 21 de septiembre, por primera vez, ante la justicia de Estados Unidos.

Las imágenes del momento en el que el vehículo golpe golpea al exjefe policial Andreas Probst, de 64 años, se esparcieron en las redes sociales y desataron una ola de repulsión.

El video muestra a dos jóvenes que aceleran en un carro en una avenida del estado de Nevada y chocan a su paso a otro vehículo.

Luego le ponen el ojo a un ciclista que anda en el carril derecho. Se escucha a uno de los adolescentes decir «choca su trasero» y arremeten contra el hombre.

Las imágenes tomadas con un teléfono celular muestran cuando el carro golpea por detrás al ciclista y se estrella contra el parabrisas. El carro acelera y la última toma es del ciclista en el pavimento.

Jesús Ayala, de 17 años, quien presuntamente estaba al volante, y Jzamir Keys, de 16 años, que, de acuerdo con los fiscales, estaba en el asiento del copiloto y filmó el video, enfrentan cargos por asesinato, ataque e intento de asesinato en relación con el incidente ocurrido el 14 de agosto en Las Vegas Valley, Nevada.

Los adolescentes, que deben ser juzgados como adultos, aparecieron ante el tribunal de Las Vegas este jueves, informó el diario Las Vegas Review-Journal.

Ambos llevaban uniformes del centro de detención. No se solicitó libertad bajo fianza.

La familia de Probst habló sobre el exjefe de policía que trabajaba en el vecino estado de California, en la costa oeste de Estados Unidos.

«Estar a su lado era como estar cerca de un rayo de sol», dijo su hija Taylor Probst al Review-Journal luego de que se informara sobre su fallecimiento.

«Estaba siempre riéndose, siempre sonriendo, ofreciendo apoyo, consejos de vida y de trabajo», dijo.


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