El pasado cinco de enero, como arte de magia, desapareció de su casa en el barrio Barlovento del municipio Cabimas, Jean Carlos Rodríguez, de dos años de edad. Pasado un mes nadie sabe de su paradero. Su ausencia se ha convertido en un gran misterio y muchos se preguntan… ¡Se lo tragó la tierra?
Funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) de esa localidad de la Costa Oriental del Lago, están a cargo de las investigaciones. Los primeros días peinaron un amplio sector de la zona donde habita el pequeño, pero los esfuerzos para dar con él hasta ahora han sido en vano.
Es una zona que se podría llamar semi rural, donde las casas se abrazan con cuadras de maleza. Un pariente de Jean Carlos relató que este, siempre observaba desde el patio de su casa a un pastor de ovejas que acostumbraba llevar a diario el rebaño a rumiar.
Como ya ha reseñado NAD, el infante fue visto por última vez en el patio de su residencia. Su madre Bernayeron Gómez, expuso en su declaración ante la policía científica, que ese día a eso de las siete de la mañana se encontraba en el interior de la vivienda y al salir al patio a buscar al bebé, no lo halló. También aseguró que el padre biológico de Jean Carlos la había amenazado con quitarle a su hijo para llevárselo.
En tal sentido el progenitor acudió igualmente al Cicpc y aunque dijo haber querido quitárselo, asegurando que ella no lo cuidarlo bien, nunca se atrevió. El caso es que durante las primeras horas de la desaparición, se pensaba que era un simple extravío, pero al pasar los días, se fueron formando nefastas hipótesis que hacían remembrar el caso de la niña de 9 años, Laura Esthefanny Meza Leal
Fue una tarde del 27 de octubre de 2003 cuando a esa pequeña la vieron por última vez. Al igual que el niño Jean Carlos, esta desapareció de su casa, en el sector Tierra Negra de Cabimas. Hoy tuviese 19 años de vida si las autoridades policiales la hubieran localizado a tiempo. Los investigadores del Cicpc presumieron en ese entonces, que fue asesinada por criminales en un acto de venganza. Tras realizar varias pesquisas, detuvieron a algunos presuntos responsables de raptarla y asesinarla, pero el cadáver jamás fue encontrado.
La sombra de ese escabroso caso que conmocionó a la colectividad zuliana, parece opacar la luz de esperanza que los padres y familiares del niño Rodríguez, aún tiene para encontrarlo.
Son muchas las causas que pudieran haber ocurrido para que el infante desapareciera, creen algunos investigadores del Cicpc. Por ello, hasta sus padres biológicos y su padrastro, no han sido borrados de la lista de personas que pudieran haber tenido participación en el extravío.
Un veterano expolicía que formó parte del CICPC y trabajó en los recordados secuestros de los niños Decandido y Apalico, ambos ocurridos en la Costa Oriental del Lago, al ser consultado por NAD, dijo que “a quien no encuentran es a un niño…..no una aguja”. “En esos barrios siempre hay alguien que sabe algo; bien sea que vio o escuchó algo. Pereciera que no hubiera mucho empeño por parte de los nuevos investigadores para resolver ese caso. Todo rapto, homicidio y hasta las muertes naturales, dejan un rastro”, explicó el experto policía quien pido mantenerlo en anonimato.
“Al niño lo pudo matar hasta alguien de su entorno y luego sepultarlo. No sé si quienes llevan el caso están encaminados sobre eso o sobre un posible rapto familiar o de un enemigo de sus padres que se quería cobrar una venganza. De pensar en un accidente como picada de culebra en una zona enmontada, ya lo hubieran hallado”, aseguró este ex policía.
La extraña desapareció de este pequeño generó hasta una angustia colectiva, alimentada por una andanada de “redesrumores” que se extendieron por todo el municipio Cabimas. Uno de cada 100 usuarios de las redes sociales le agregaba un comentario especulativo hasta el punto que se llegó a decir del rapto de al menos cinco niños. Pero como todo formó parte de la exageración y desinformación, a los pocos días fue desapareciendo el temor que eso creo entre padres.
Mientras tanto prosigue el misterio en torno a esta nueva desaparición que pareciera seguir el sendero del caso Laura Meza
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