Carolina Sandoval dijo que fue mujer de servicio en EEUU «aprendí a lavar pantaletas y pocetas» (+Vídeo)

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«En Estados Unidos aprendí a lavar pantaletas, pocetas, aprendí a planchar, aprendí a tender camas. A mí me criaron en los Jardines del Valle como millonaria, yo viajaba, tenía mi vida con mi prima y era feliz y no lo sabía», narro la Venenosa en entrevista con Viviana Gibelli.

Se refirió al sobrino de la dueña de la casa, «no sé porqué la agarró conmigo, era una persona bastante déspota pero le agradezco tanto lo que me enseñó, que todos sus desplantes, sus burlas, sus vejaciones me sirvieron para fortalecer mi carácter», relató.

Sintió que le maltrataban el ego, «Ya yo era periodista, yo había trabajado en una oficina. Lloraba todos los días escondida en un rincón, yo leía mucho, y veía a Charityn en la hora del almuerzo y yo decía, ahí voy a estar», manifesto.

«Fui muy acomplejada, mi problema siempre radicaba que yo le preguntaba a Dios porqué no tenia los ojos, verdes de mi papá, la altura de mi mamá y el pelo liso de mi prima. Los complejos eran míos. La más acomplejada era yo», afirmo.

Sin embargo, a estas alturas, siente que no tiene que demostrarle nada a nadie, «Soy transparente, sincera, aventurera, arriesgada. Yo no tengo fórmula. Mi principal veneno es Dios, la familia y la naturalidad, ser genuina», afirmo Carolina.

«No me ha costado nada ser sincera. Hace tiempo dejé de ser lo que otra persona quería que fuera. Me gusto cuando me veo en el espejo». La venezolana ha aprendido a decir que no, «Sufro de ansiedad y ataques de pánico. Pensar en el futuro genera ansiedad».

También se refirió al país donde nació, «Toda Venezuela está en coma, en terapia intensiva, yo ahora soy soporte de muchas familias en Charallave, escucho problemas y resuelvo. No sé cuando vuelva a ir a Charallave a una parrilla en casa de mi tía Carmen. Nada de esto podría existir sin todo lo que viví en Venezuela», comento la Venenosa.


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