La estadounidense de 19 años de edad número 6 del ranking WTA ha ganado la final del Abierto de Estados Unidos a la bielorrusia Aryna Sabalenka 2-6, 6-3, 6-2.
Coco Gauff, señalada desde su etapa adolescente como la sucesora natural de Serena Williams, ya puede empezar a mirar de tú a tú a la que fue su ídolo de infancia.
La estadounidense se ha coronado este sábado en el US Open tras derotar a Aryna Sabalenka, por 2-6, 6-3 y 6-2, en dos horas y seis minutos. Se convierte así en la trigesimoctava campeona de un grande antes de cumplir la veintena en la Era Open (1968). Ese registro sólo lo habían logrado en el último grande Tracy Auston (1979) y 1981) y Serena (1999).
El triunfo la catapulta el próximo lunes al podio de la WTA. Será la número tres, sólo por detrás de su víctima Sabalenka e Iga Swiatek.
A Gauff, con físico y mentalidad de sobra, sólo le faltaba un buen entrenador para cuadrar la ecuación. Su padre Corey dio con la tecla cuando apostó por el español Pere Riba para la gira de hierba.
Lo que eran dos torneos, en Eastbourne y Wimbledon, se convirtió en una decidida apuesta por Pere. Los resultados no se han hecho esperar. Coco aterizó en el Abieto de los Estados Unidos como la sexta favorita, pero las sensaciones es que estaba más adelante en las apuestas de sus compañeras de vestuario.
Campeona en Washington y Cincinnati, ha decantado a su favor 18 de los últimos 19 partidos. Una tenista que vive por y para el tenis dio la vuelta a una final que tenía cuesta arriba frente a la nueva número uno Sabalenka.
Gauff fue de menos a más. Igualó a dos juegos la manga inicial después de empezar con un 2-0 en contra. Sabalenka encadenó después cuatro parciales lograr la primera ventaja en el marcador.
Coco no se iba a rendir tan fácilmente delante de su público. En la continuación, gracias a un ‘break’ en el cuarto juego, disparó el tanteo hasta un 4-1 a su favor.
Todos con ella
La repleta grada llevaba en volandas a su joven jugadora. A sus 19 años, Gauff es el futuro de Estados Unidos en particular y del tenis en general.
La estadounidense firmó las tablas y dio continuidad a su buen monento decantando a su favor los cuatro primeros juegos del tercer set. Tocó el cielo de Nueva York.
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