Momentos de pánico son los que está viviendo la ciudadanía respecto del contagio de COVID-19, y sus efectos en la salud así como en la ocupación de la red hospitalaria.
Este temor es tan desenfrenado que, en esta ocasión pudo haber sido el detonante de la muerte de un hombre oriundo del Guamo, quien no falleció producto de este virus, sino que el susto de haberlo contraído pudo haberle generado un inmenso miedo a tal punto en que habría cometido un suicidio.
Se trató de Aníbal Prada, un artesano local bastante conocido en la vereda La Chamba de ese municipio tolimense, que falleció a manos del pánico por el contagio.
En detalle
Un espantoso hecho se dio a conocer el pasado 14 de enero, cuando se reportó ese mismo día el fallecimiento de un adulto mayor. Cuya edad oscilaba entre los 60 y 70 años, identificado como Aníbal Prada, y bastante conocido en la zona veredal del Guamo por su labor como artesano en el casco rural donde residía, en la vereda La Chamba, quien había fallecido a manos de un veneno para ratas que al parecer habría ingerido luego de una visita a El Espinal por motivos médicos.
Según vecinos del sector, Prada llevaba algunos días con síntomas de gripa, por lo que al notar la debilidad y el dolor que lo aquejaba, decidió remitirse al municipio aledaño de El Espinal, donde se encontraría con un médico particular, a quien le explicaría los malestares que tenía.
Todo indica que este profesional de la salud le habría dicho a Prada que tuviese cuidado, pues tenía los síntomas de Covid-19, y debía aislarse y permanecer en reposo mientras que superaba la enfermedad, según el galeno, a pesar de que no tenía un diagnóstico oficial de la prueba SARS COV 2.
La decisión
Sin embargo, esto solamente incrementó los temores en Aníbal Prada, pues a su edad la vulnerabilidad en su salud es mucho mayor, razón que al parecer lo motivó a tomar la fatídica decisión que acabaría con su vida, enlutando a los locales que lo distinguían.
Prada retornó a su municipio de origen y se dirigió a su casa con la intención de ingerir un veneno para ratones, con el fin de terminar con su vida. Es así como sus conocidos piden a los médicos tener más prudencia a la hora de hacer un diagnóstico a una persona de esta edad, pues saben que es su trabajo, pero deben ser más sensibles.
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