Emmanuel Macron fue uno de los invitados de lujo por la FIFA para presenciar la final del Mundial de 2022. El líder francés fue uno de los pocos aficionados galos que pudieron estar en el Lusail Stadium con la esperanza de poder ver a su equipo campeón de nueva cuenta. Sin embargo, la historia resultó ser totalmente contraria a lo esperado y el equipo francés terminó por desplomarse hasta la instancia de los penales.
Después de que Argentina pudiera consumar su tercer título mundial, la plantilla de Les Bleus quedó devastada. Mientras que los albicelestes corrían despavoridos sobre el terreno de juego, los futbolistas europeos quedaron tendidos sobre el campo de batalla. Con caras largas y otros más con lágrimas en los ojos. En dos ocasiones habían regresado al marcador después de ir abajo, pero en la tanda de los penales fue imposible competir. Ante la debacle, Macron aprovechó y bajó antes que el resto de los directivos para consolar a sus compatriotas. Situación que pocas veces puede verse en un líder político en estas instancias.
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Todos los reflectores se dirigieron hacia el presidente francés, quien junto con Emiliano ‘Dibu’ Martínez trató de consolar a Kylian Mbappé, la estrella del equipo francés y que, sin él, el resultado habría sido totalmente distinto y el partido habría terminado en el tiempo reglamentado. Marcó tres goles y uno más en la tanda de penales.
El presidente, que se veía notoriamente decepcionado, habló por varios minutos con el 10 de su equipo y después de un lapso se enfrascaron en un abrazo. Minutos después, durante la ceremonia de premiación, el dirigente de nueva cuenta se detuvo con el futbolista del París Saint-Germain para dirigirle algunas palabras.
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