El coronavirus no frenó el asesinato y tráfico de personas en la frontera de Venezuela

En el estado Bolívar, “la pugna por el control de los yacimientos del Arco Minero del Orinoco mantiene enfrentados a los denominados ‘sindicatos’, con los grupos de la guerrilla del ELN y las fuerzas policiales y militares.

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Fundaredes: Durante la cuarentena se han registrado 151 hechos: enfrentamientos armados, desapariciones de personas, asesinatos, con desmembramiento de cuerpos, tráfico de personas

Los habitantes de la frontera saben que la guerrilla y los paramilitares avanzan, territorio adentro, cuando en una finca de la aldea El Salado, sector Alto Grande, a pocos kilómetros del pueblo de Rubio, capital del fronterizo municipio Junín del Táchira, y de un puesto de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, asesinan el domingo, en plena celebración del día del padre, a Yelizmar Shymara Giménez Parra.

La excusa es que la joven era lugarteniente del jefe de la guerrilla en la zona y que quienes la asesinan son paramilitares, quienes vestían de negro y tendrían brazaletes con el nombre “Los Rastrojos”. Ese es apenas un hecho ocurrido, aun cuando hay medidas de seguridad y fuertes restricciones por las medidas sanitarias por el COVID-19. El profesor Javier Tarazona y su equipo de Fundaredes, lo alertaron en su más reciente informe

“Restricciones por covid-19 no frenan acción de grupos armados irregulares en la frontera de Venezuela”.

Las medidas ante el virus “no ha impedido a los grupos armados irregulares, que mantienen una pugna por el control de los territorios fronterizos en Venezuela, seguir actuando y causando zozobra en los habitantes de las comunidades ubicadas a lo largo de la frontera con Colombia”.

El mayor impacto lo está recibiendo la frontera, especialmente Apure, Táchira, Zulia y Bolívar que, en caso de los tres primeros, con el cierre de pasos formales con Colombia “se convirtió en el acelerador inmediato de la violencia en estas zonas limítrofes”, dice el director general de Fundaredes, profesor Javier Tarazona, quien destaca que durante la cuarentena se han registrado 151 hechos: enfrentamientos armados, desapariciones de personas, asesinatos, con desmembramiento de cuerpos, heridos y otros delitos como el tráfico de personas, extorsión y contrabando.

“Durante el tiempo de cuarentena ha habido más víctimas, por homicidios en las zonas fronterizas, a manos de grupos armados irregulares de origen colombiano, que personas muertas a consecuencia del coronavirus en todo el país”.

Destacan que a finales de abril el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y grupos paramilitares retomaron la confrontación por el dominio del territorio en el Zulia. “FundaRedes documentó, mediante testimonios, que esa agrupación mantiene un batallón con más de 100 hombres fuertemente armados en las adyacencias de la hacienda El Catatumbo, controla el kilómetro 23 vía a Encontrados, El Guayabo, Casigua El Cubo, así como también los sectores Madre Vieja, La Motilona y Caño 14, donde incluso tomaron la escuela. Muchos productores abandonaron las tierras ante las incursiones violentas de esta célula guerrillera”.

En el caso de los paramilitares, el grupo “Los Rastrojos se instaló en 22 fincas de esa localidad, las cuales ya venía despojando a sus dueños progresivamente. Residentes señalan que existe una alcabala en el kilómetro 33 en esa misma jurisdicción donde se encuentran apostados efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana y el Ejército, quienes tienen conocimiento, incluso con demarcaciones en un mapa, de dónde están los asentamientos de estos irregulares; sin embargo, no ha habido acciones contundentes para impedir sus operaciones”.


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