La familia, integrada por al menos ocho personas, supuestamente desaparecida en La Grita, municipio Jáuregui, desde hace 24 días, fue noticia por las redes sociales la noche del viernes pasado. Aún lo es.
Hay muchas versiones y con el paso de las horas se despejan algunas dudas. Ya no es tan misterioso.
La noche del sábado se hizo público, otra vez por redes sociales, que no eran solo ocho personas. Se alerta que son más. Algunos dicen que entre 20 y 40, entre ellos varios niños –uno de ellos con 27 días de nacido-, adolescentes y adultos.
Las investigaciones de los efectivos de los cuerpos de seguridad señalan a una mujer. Una presunta líder espiritual a quienes conocen como Rosa. Ella, según declaraciones de algunos vecinos, visitaba la comunidad donde durante varias semanas insistió ser protagonista de una revelación de la Virgen, quien le habría advertido que el mundo se acabaría a mediados de septiembre. De esta revelación no hay más detalles.
Rosa formó parte de grupos carismáticos de La Grita. Quienes la conocen la definen como una persona creyente en Dios, muy activa en los grupos carismáticos de la Iglesia.
A este grupo, que inicialmente eran ocho integrantes, se le han sumado más miembros de otras familias. La cifra podría oscilar entre 20 y 40, personas, según datos conocidos de manera oficial. Todo apunta a que se unieron, de manera voluntaria, para asistir a un retiro relacionado con sus creencias religiosas. Eso no es delito.
Al pasar los días -ya hoy lunes suman 24-, otros familiares se angustiaron. Reportaron el caso a las autoridades policiales quienes activaron la búsqueda, previendo que algo malo pudiera haber sucedido. El padre de uno de los niños dijo a los funcionarios de la policía científica desconocer sobre esta situación y se preocupa al no saber de su hijo.
Uno de los parientes informó que ninguno de los adultos, hoy supuestamente desaparecidos, podía llevar teléfono celular. Era una exigencia de los organizadores de la actividad religiosa para ir a un lugar de la montaña.
Algunos nombres
Con precisión los lugareños hablan de dos familias: la primera, Luna Roa, residentes en la aldea Santa Ana del Valle, municipio Jáuregui, ubicada en la vía que conduce a El Cobre, poco después del sector La Quinta.
La segunda familia es de apellidos Peña García, habitantes del sector Las Piedritas de La Grita. Según algunos vecinos, una de las hermanas hace tortas y pasapalos. Son conocidos en la zona.
Aseguran que se trata de una familia que ha demostrado ser extremadamente católica y creyente. “A diario uno los ve en la iglesia”, comentaron.
¿Ni desaparecidos, ni perdidos?
Las pesquisas policiales indican que los integrantes de las dos familias y demás personas que fueron reportadas como desaparecidas no están perdidas.
Con precisión aseguran se trata de un grupo comprometido con el mundo religioso.
De acuerdo a las investigaciones, Rosa, desde hace aproximadamente cuatros años aseguraba que tenía revelaciones de la Virgen y poder para “sacar espíritus”. Entre sus revelaciones ella anunció que a mediados de septiembre próximo se acabaría el mundo.
Todo indica que esta mujer organizaba concentraciones de oración católica, donde los asistentes rezan el rosario tres veces al día y reiteran el poder de Dios sobre la tierra.
De alguna forma ella convenció a los integrantes de las familias reportadas como desaparecidas, entre las que destaca una madre con una niña de poco tiempo de nacida que, aparentemente tenía problemas con su pareja.
En medio de las supuestas revelaciones, la mujer comenzó a decir que el uso de la televisión era malo, los teléfonos celulares dañinos. Decía que el mundo pronto se acabaría.
A esta señora se le congrega un productor de la zona de apellido Peña.
La familia lo sabía
De acuerdo con fuentes policiales, varios familiares de los hoy buscados, saben que sus seres queridos estaban congregados y que planificaron asistir a un retiro espiritual en Valle Plateado, un parque en la zona montañosa, donde permanecieron hasta hace unos 4 o 5 días.
Una comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Crimilísticas –CICPC- del municipio Jáuregui que está desplegada en la zona de montaña, llegó a la finca en referencia y encontró rastros de presencia de personas en la zona. Todo indica se trata del grupo en referencia, pero ya se habían marchado a otro lugar, posiblemente, hacia una parte más alta de la montaña. Hacia el páramo.
La averiguación por parte del CICPC está abierta. Se mantienen en la búsqueda con un equipo de profesionales de intervención e incluso con dron.
“Hay que buscarlos y hacerles entender que sus familiares están preocupados. Que se congreguen en sus casas, en los centros eclesiásticos, o que indiquen los lugares exactos de esa actividad”, comentaron.
Detallaron que al encontrarlos se les practicará exámenes forenses para dejar constancia del estado de salud física y mental.
Las averiguaciones también determinaron que las personas concentradas en el llamado retiro espiritual están bien alimentadas. Se calcula que compraron mucha comida no perecedera, invirtiendo una alta suma de dinero. Andan en dos vehículos, y habían alquilado una casa, que sería la finca a donde llegaron inicialmente.
Producto del fanatismo e ignorancia
Fuentes oficiales de la Iglesia Católica del municipio Jáuregui afirmaron que las prácticas religiosas que hacen las personas congregadas en la montaña, probablemente en algún rincón del parque nacional Juan Pablo Peñaloza, entre los estados Táchira y Mérida, están desvinculadas de la religión y la fe. “No están en comunión con la Iglesia”, aseguran.
A criterio de los representantes de la Iglesia Católica, los supuestos desaparecidos, “llevan a cabo prácticas exageradas y han caído en el fanatismo religioso”.
Un sacerdote de una de las parroquias del municipio Jáuregui, al percatarse de lo que ocurría en el pueblo, por las inquietudes de los mismos familiares, conversó con la señora de nombre Rosa.
Ella es quien está al frente del grupo y ha sembrado las ideas que comenzaron a afectar a una familia y ahora ha incorporado a muchas otras personas más, para indicarle que todas esas acciones, debían acabar.
“Supuestamente estaban escuchando a la Virgen, ponían por escrito las cosas que la Virgen les decía, que supuestamente ya el mundo se iba acabar. Construyeron un refugio donde tenían una serie de alimentos no perecederos, colchonetas y demás enseres necesarios, porque el fin se veía venir”
Una vez que el sacerdote conversó con Rosa, ella asumió el compromiso de terminar con todo y el presbítero pensó que realmente cumpliría. Pero no fue así.
El padre del recién nacido acudió en busca de apoyo porque no sabía nada de su hijo. “Estaba completamente desaparecido”
“Yo me dije: esto ya está pasando a extremos. El hecho de que su esposa se haya escapado con sus dos hijas. Yo digo está bien que sean personas mayores de edad, pero ya cuando hay niños involucrados, niños que están siendo adoctrinados y manipulados. Dicen que ellos tienen que estar completamente en vigilia para que la Virgen de algún mensaje”
Al parecer, la señora Rosa, les advirtió en un primer momento de que “nadie podía saber porque podrían ser perseguidos, porque ni el Papa está en condiciones de entender lo que es la revelación de la Virgen con ellos”
La búsqueda de las personas reportadas como desaparecidas sigue por parte del CICPC y de Protección Civil.
Las Fiscalías 22 y 27 del Ministerio Público tienen conocimiento.
Mientras tanto, la gente del pueblo continúa a la expectativa de lo que pueda suceder.
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