Estiman que en Venezuela podría haber 30.000 fallecidos por Coronavirus

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Las cifras sobre el coronavirus en Venezuela, donde el gobierno de Nicolás Maduro anuncia solo 11 muertes, son absurdas, según Human Rights Watch (HRW) al ofrecer un informe conjunto con los Centros de Salud Pública de la Universidad Johns Hopkins.

«Creemos que las cifras, las estadísticas que proporciona el gobierno de Venezuela, las estadísticas de Maduro, son absolutamente absurdas y no son creíbles», afirmó en una videoconferencia José Miguel Vivanco, director de HRW para las Américas, al presentar el martes el tercer informe de ambas organizaciones sobre la situación humanitaria en el país.

En tal sentido, de acuerdo a Kathleen Page, médica y profesora asociada de la escuela de medicina de la Universidad Johns Hopkins que entrevistó a diversos médicos y enfermeros venezolanos para el informe, una proyección conservadora revela que al avanzar la pandemia del coronavirus en Venezuela, podría llegar a tener «por lo menos 30.000» muertos.

«En un país donde los médicos no tienen agua ni siquiera para lavarse las manos en los hospitales, donde el sistema de salud está colapsado totalmente, donde hay hacinamiento en barrios y cárceles (…) en esas circunstancias que solo existan mil contagiados y solo 10 muertos no nos parece creíble», expresó Vivanco.

De acuerdo al gobierno venezolano, hasta este jueves el virus produjo 1.327 contagiados y 11 fallecidos en el país de 30 millones de habitantes.

Sin agua, sin jabón, sin alcohol

Kathleen comentó que el gobierno dijo haber hecho más de 300.000 pruebas para el coronavirus, sin embargo este tipo de tests que utiliza (serológicos) tienen un alto índice de falsos negativos cuando se está infectado.

«Venezuela tiene 30 millones de habitantes y con las condiciones actuales, cuando 25% de la población carece de agua corriente de manera continua y debe salir a buscarla, un estimado conservador es que 1% de la población se infecte con el virus», expresó.

«Si 1% de la población está infectada con coronavirus serían 300.000 casos y si 10%, como hemos indicado, pueden sufrir, o 20%, sufren coronavirus serio, y de esos (300.0000) 10% mueren por no tener acceso a cuidados médicos, sería por lo menos 30.000 muertos. Y eso digo siendo sumamente conservadora», aseguró.

Después de la videoconferencia, Page detalló que en Estados Unidos, donde existen mayores medidas de higiene que en Venezuela y hay un nivel de tests amplio, se han diagnosticado casos en 0,5% de la población.

De esta manera, la mortalidad por casos en los países más afectados, todos ellos con sistemas de salud altamente desarrollados, es de entre 5,9% y 16,3%. Debido a ello, Page prevé que al menos 10% de los casos estimados podrían resultar en muertes en Venezuela.

«En este momento en Venezuela 60% de los hospitales informan que no tienen guantes o mascarillas y más de 70% no tiene acceso a agua, o jabón o alcohol en gel», dijo Page.

«Es una situación realmente dantesca, donde los médicos tienen que traer su propia agua para lavarse las manos o para tomar y donde los pacientes tampoco tienen agua», añadió .

«Uno de los cirujanos me dijo que tenía que lavarse las manos con el agua que cae del aire acondicionado para prepararse antes de una cirugía», comentó.

Una bomba de tiempo

Además, otros médicos y enfermeras le dijeron del olor nauseabundo, «a heces, a vómitos, a orín» en hospitales, con los familiares de pacientes limpiando baños, y que a veces se pide a los pacientes que salgan al jardín a hacer sus necesidades, contó.

«Esto le hace a uno pensar si es mejor quedarse en casa o ir a un hospital, donde existe el riesgo de contraer otras infecciones», aseguró.

Venezuela, devastada por una crisis sin precedentes y sin agua corriente de manera continua en 70% de sus hospitales, tiene «una dictadura que reprime» a periodistas y personal médico que intentan informar sobre lo que ocurre, y que «oculta cifras», expresóVivanco.

«Es una verdadera bomba de tiempo», advirtió.

Louis Charbonneau, director de HRW para las Naciones Unidas, llamó a la comunidad internacional a «presionar para que Venezuela abra sus puertas a una respuesta humanitaria a gran escala liderada por la ONU que llegue a todo el país.

«Urgimos al secretario general Antonio Guterres y al coordinador de ayuda humanitaria de la ONU Mark Lowcock a liderar esos esfuerzos y al gobierno de Maduro a que permita que el personal médico y trabajadores humanitarios hagan su tarea sin temor a represalias», afirmó.


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