Ex-comisario de PoliChacao acusado por el supuesto asesinato del periodista Ricardo Durán, describió las torturas y v1ol4c1ones que sufrió

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Este 6-Abril, el ex-preso político Fred Mavares describió lo que fueron las torturas y malos tratos que sufrió a manos de uniformados del gobierno madurista, junto a otros 14 compañeros efectivos de la Policía de Chacao, quienes fueron arbitrariamente aprehendidos por el supuesto asesinato del periodista Ricardo Durán.

El ex-funcionario de PoliChacao, comentó que él y sus compañeros fueron acusados de ejecutar el asesinato del periodista afín al gobierno madurista Ricardo Durán en el año 2016. Sin embargo, entonces no había pruebas que los vinculara con ese homicidio. Así lo reseñó Monitoreamos.

A pesar de no haber una investigación realizada, el entonces ministro de Interior Justicia y Paz, Gustavo González López, adelantando opinión al respecto, declaró que 14 funcionarios de la Policía de Chacao eran los autores de la muerte de Durán, por lo que fueron detenidos y presentados a los 2 días en los tribunales.

Mavares detalló que el «arma» que los vinculaba con el asesinato no se encontraba en el expediente y aun así, sin pruebas, les dieron privativa de libertad con sede en el Servicio Bolivarino de Inteligencia Nacional (Sebin).

El hombre denunció que, dentro de los 45 días de ley, fueron sometidos a torturas para confesar su presunto delito. Entre los malos tratos y torturas a los que fueron sometidos destacan la asfixia con utilización de bolsas plásticas y productos químicos; electrocución; reanimación; y golpes con bates de béisbol y otros objetos.

«Algunos eran más fuertes pero, para amedrentarnos, torturaron a 2 compañeros, a 2 de ellos los guindaron al sol y nos sacaron por un pasillo para que los viéramos torturados, los escuchamos pidiendo auxilio, gritando: ‘llamen a los abogados, nos están matando”, contó el exfuncionario.

Como consecuencia de esto, algunos compañeros redactaron cartas donde narraban las torturas, se pincharon los dedos y plasmaron sus huellas dactilares con la sangre. Estos documentos fueron enviados a sus abogados y, luego, los agentes del Sebin comenzaron a llamarlos uno por uno para torturarlos.


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