La fat4l noche que Pistorius mató a su novia: El brut4l crimen que reveló la cara oculta del atleta más admirado

0
2291

La madrugada del 14 de febrero de 2013 los residentes del Silver Woods Estate, un complejo residencial custodiado en Pretoria, la capital de Sudáfrica, despertaron por el ruido de 4 disparos.

Poco después se escucharon unos gritos desesperados pidiendo ayuda, se trataba de Oscar Pistorius, un atleta de 26 años conocido como «Blade Runner», quien es el primer corredor discapacitado en competir en los Juegos Olímpicos.

Primero llegó Peter Niaba, un guardia de seguridad del complejo que entró por la puerta principal de la casa que estaba sin llave, luego llegaron Johan Stander, un vecino y amigo de Pistorius, su hija Clarice y Frankie Chiziweni, un empleado que dormía en el área de servicio de la vivienda.

Pistorius estaba ensangrentado a mitad de la escalera que llevaba al primer piso, cargaba en sus brazos a una mujer rubia, muerta o agonizante, se trataba de su novia, Reeva Steenkamp, de 29 años, una modelo y abogada.

Stander le dijo a Pistorius que la acostara sobre la alfombra y llamó a una ambulancia, el atleta dejó a su novia en el piso, intentó abrirle la boca para que respirara con una mano y con la otra le cubría una herida en la cadera, ella tenía otras dos heridas, una en el brazo izquierdo y otra en la cabeza.

Poco después llegó Johan Stipp, un médico que vivía cerca, él preguntó qué había pasado y Pistorius respondió: «Le disparé, pensé que era un ladrón y le disparé».

El médico reviso el pulso de la joven y sus pupilas, en voz baja señaló que estaba muerta, y de inmediato el atleta rompió en llanto.

«La maté, maté a mi novia, ¡que Dios me lleve!», repetía Pistorius frente a la noticia.

La ambulancia y 2 paramédicos confirmaron el deceso de la joven y después llegó el detective Hilton Botha para encargarse de las investigaciones.

Habían 2 versiones del hecho que ocurrió en el dormitorio con baño que estaba en el primer piso de la suite de Pistorius.

En una primera declaración el atleta dijo que se acostó a dormir y que en la madrugada lo despertó un ruido en la habitación que estaba oscura, pensó que era un ladrón y para defenderse tomó una pistola 9mm que tenía guardada en la mesa de noche y disparó hacia la puerta del baño.

«Como no llevaba las piernas ortopédicas y me sentía sumamente vulnerable, sabía que debía protegernos a Reeva y a mí. Me sentía atrapado, porque la puerta del dormitorio estaba cerrada y me cuesta desplazarme con los muñones. Disparé varios tiros a la puerta del baño y le pedí a Reeva a gritos que llamara a la policía, pero no me respondió«, señaló.

Luego de hacer cuatro disparos encendió la luz y al mirar hacia la cama se dio cuenta de que Reeva no estaba ahí, en ese momento intentó abrir la puerta del baño que estaba cerrada desde adentro, no lograba abrirla, por lo que buscó un bate de críquet que tenía al lado de la cama y golpeó la puerta hasta romperla, allí pudo meter la mano y abrirla.

Después de esto regresó al dormitorio y llamó a su amigo Stander, a la guardia de seguridad del complejo y al hospital, donde le dijeron que intentara llevar él mismo a la persona herida para que fuera más rápido y fue por eso que bajaba con Reeva por las escaleras cuando todos llegaron.

El detective no creía las declaraciones de Pistorius, además se extrañó por lo que llevaría a la mujer a encerrarse en el baño en medio de la madrugada, que además tenía su teléfono consigo como si intentara comunicarse con alguien más y vecinos señalaron haber escuchado gritos antes que los disparos. Descartó la posibilidad de un accidente y comenzó a investigar el caso como un asesinato.


Array