Antes de cometer el asesinato, la madre les dijo a las niñas que iban a jugar a hacer collares. Poco después del hecho, la mujer intentó quitarse la vida. Su defensa alega problemas de salud mental.
Una madre sudafricana fue acusada ante el tribunal de estrangular a sus tres hijas, luego de decirles que iban a jugar a hacer collares. Según la defensa de la mujer, al momento del crimen estaba padeciendo demencia y las niñas se habían portado mal, así que no aceptó los cargos.
De acuerdo con el fiscal Andrew McRae, las víctimas, que fueron identificadas como Maya y Karla, de 2 años, y Liané, de 6, fueron estranguladas con los accesorios, pero como no murieron en el hecho, la madre las asfixió con sus propias mantas. El fiscal reveló que, tras cometer el crimen, la mujer, llamada Lauren Anne Dickason, intentó quitarse la vida.
La defensa de la infanticida, Kerryn Beaton, afirmó ante el jurado que su cliente amaba a sus hijas, pero que las mató porque se encontraba experimentando un “episodio depresivo mayor” y pensó que debía suicidarse y llevarse a las niñas con ella. Asimismo, señaló que la madre tenía depresión desde su adolescencia y sufría de depresión posparto.
“Lauren le había dicho a su esposo en 2019 y en 2021 que tenía pensamientos de dañar a sus hijas. Tenía miedo de esos pensamientos y sentimientos, así que buscó ayuda. A pesar de eso, ella fue cariñosa, incluso el día que murieron. No fueron maltratadas o abusadas hasta esa noche”, afirmó.
Acorde con Beaton, Dickason no se encontraba para nada bien en cuanto a salud mental y nadie supo qué tan grave era su problema hasta que fue demasiado tarde: “Esto quedó claro en cómo Dickason intentó quitarse la vida esa noche”, dijo.
“Sugiero que un problema es el porqué. ¿Por qué haría ella esto? ¿Es simplemente una mala persona que quería liberarse de sus hijos y planeó esto todo el tiempo? ¿Por qué entonces trató de suicidarse?”, planteó ante el tribunal.
Pese a esto, el Tribunal de la Corona de Christchurch, en Inglaterra, localidad en donde se presentaron los hechos el pasado 16 de septiembre de 2021, no aceptó los argumentos de la mujer y sostuvo que se trató de un asesinato culposo.
“La Corona dice que hubo ira en el asesinato de sus hijos. Aquí no hay defensa médica, es asesinato. El motivo aquí fue simple, ella se quebró y que se portaran mal fue la gota que derramó el vaso. Su ira se hizo cargo y las mató. Una acción que ahora lamenta, pero la Corona dice que no fue una perturbación de la mente», puntualizó el fiscal.
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