Recientemente la querida actriz venezolana, María Gabriela de Faría, notifico en sus redes sociales, todo lo que tuvo que pasar con su padre por una complicación de salud.
Por medio de su cuenta oficial en la red social de Instagram, la criolla subió una emotiva publicación en donde la vemos posando junto a su padre, Antonio de Faría. La foto fue unida con un mensaje en donde la misma María Gabriela reveló que estuvo a punto de perder físicamente a su progenitor.
En la publicación se puede leer: “Hace unas semanas estuviste a punto de marcharte de tu cuerpo y de esta vida.
Pasaste tres días más allá que acá, como dice tu yerno. Nos decían que no ibas a sobrevivir, que nos preparáramos. Y lo hice. Me preparé, como pude, para una vida huérfana de padre”.
Posteriormente agrego: “Admití derrota y decidí imaginar la vida que tendrías luego de esta.
Y le pedí a nuestros ancestros, a nuestros guías en las estrellas, a la fuente, que fuese una vida feliz. Que tuvieses un papá que te amara y que fuese una vida que disfrutaras siempre. Pero saliste de esa habitación donde no dejaban entrar a mi mamá y te recuperaste como si no hubieses perdido litros y litros de sangre. Y aquí estás”.
Concluyendo dijo: »La vida es bella porque “se acaba”. La vida es perfecta porque está experiencia particular va a llegar a su fin. Y la muerte es un regalo porque hace de la vida una oportunidad, literalmente, única.Y aunque me preparé para no tenerte, aunque acepté la belleza colateral de tu muerte, esa posibilidad de no “tenerte” me ha hecho apreciar el regalo de la vida aún más. Aquí estás y ya casi llegas. Aquí estás y aunque un día no lo estés más, siempre vas a estar ».
Pasaste tres días más allá que acá, como dice tu yerno.
Nos decían que no ibas a sobrevivir, que nos preparáramos.
Y lo hice.
Me preparé, como pude, para una vida huérfana de padre.
Admití derrota y decidí imaginar la vida que tendrías luego de esta.
Y le pedí a nuestros ancestros, a nuestros guías en las estrellas, a la fuente, que fuese una vida feliz. Que tuvieses un papá que te amara y que fuese una vida que disfrutaras siempre.
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Pero saliste de esa habitación donde no dejaban entrar a mi mamá y te recuperaste como si no hubieses perdido litros y litros de sangre.
Y aquí estás.
Trabajando como loco, lo que más te gusta, pero sin cuenta de Instagram porque mientras estabas en terapia intensiva te la hackearon (y te quitaron lo segundo que más te gusta hacer).
Y en unos días vienes a vernos a tu yerno y a mi, y estamos muy emocionados.
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La vida es bella porque “se acaba”.
La vida es perfecta porque está experiencia particular va a llegar a su fin.
Y la muerte es un regalo porque hace de la vida una oportunidad, literalmente, única.
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Y aunque me preparé para no tenerte, aunque acepté la belleza colateral de tu muerte, esa posibilidad de no “tenerte” me ha hecho apreciar el regalo de la vida aún más.
Aquí estás y ya casi llegas.
Aquí estás y aunque un día no lo estés más, siempre vas a estar ❤️.
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