Desde hace buen rato Salvador Pérez se consolidó como uno de los mejores receptores de las Grandes Ligas, incluso algunos pueden argumentar que al menos en el reciente lustro es el número 1 de la Liga Americana.
Tras debutar en 2011, para 2012 muchas críticas hubo por la extensión de contrato que «Salvy» aceptó de los Reales de Kansas City, en un pacto por 5 temporadas y 7 millones de dólares, cifra que palideció con el alto rendimiento del venezolano.
Precisamente por establecerse en la élite, Pérez entre 2018 y este 2022 recibió un aumento sustancial de sus salarios, pasando de un tope de 4.200.000 $ a los 18 millones que devenga actualmente.
Gracias a la nueva extensión acordada en marzo de 2021, de cara al 2023, el máscara, a sus 33 años de edad, por primera vez devengará un sueldo de 20 millones, cifra que se repetirá en 2024, subiendo a 22 millones en 2025; el último año de este convenio, 2026, es opcional, y de aplicarse, serán 13.500.000 $ los que ingresarán a sus arcas.
Probablemente existan quienes consideran, motivado a las lesiones y baja de sus estadísticas de este año, que un sueldo de 20 millones hace de Salvador Pérez un jugador «sobrepagado», sin embargo, no se debe olvidar que es el jugador franquicia de los Monarcas.
Con ellos ha ganado Guantes de Oro, anillo de Serie Mundial, además de 1 MVP en el Clásico de 2015, de ese gran núcleo solo queda él en Kansas, sin olvidarnos de que estableció el récord de más cuadrangulares en una temporada para cátcher alguno en las Mayores.
Ese salario de 20 millones corto se queda al compararlo con el de otros peloteros emblemáticos, como Mike Trout en los Angelinos (poco más de 37 millones), Bryce Harper con Filis (27.500.000), Mookie Betts en los Dodgers (22 millones este año que llegarán hasta 35 millones entre 2028 y 2030) y Manny Machado con los Padres (32 millones).
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