Tuvo que pasar por siete condenas por delitos graves, lo cual hizo que entrara y saliera constantemente de prisión.
En medio de una audiencia, un juez le dijo a esta mujer que jamás se rehabilitaría, años después se volvieron a ver, pero esta vez ella no era la acusada, sino la abogada.
Sarah Gad, una abogada que recientemente ganó su primer caso por asesinato, no tuvo una vida fácil durante su juventud, pues, debido a que padecía una adicción a los opioides, entró a prisión en varias oportunidades.
Su estancia en Cook la describe como un “viaje al infierno”. El caso llegó a oídos de la abogada Kathleen Zellner, quien le brindó la oportunidad de trabajar con ella en su bufete a pesar de que aún estaba lidiando con su adicción a las drogas.
Entró a estudiar Derecho a la Universidad de Chicago y pudo pagar la facultad gracias a un acuerdo que recibió del condado de Cook.
“Pero el juez me dijo: ‘Bueno, ella contó que ingresó a la facultad de Derecho… le daré el beneficio de la duda’. Yo comencé la carrera con un monitor de tobillo”.
Logró graduarse de la universidad en 2020 y obtuvo su licencia para ejercer en 2022.
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