Periodista mostró en vivo, lo fácil que es comprar dr0g4 en un lugar llamado el búnker del horror

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Luego de una corta conversación, el periodista salió con una bolsita de estupefacientes. Paradójicamente, fue trasladado en una patrulla de la Policía para que rindiera una declaración. “No sé si cometí un ilícito”, dijo.

Un periodista que estaba transmitiendo en vivo para un canal de televisión de Argentina mostró cómo funciona la venta de drogas en un lugar conocido como el búnker del horror. El comunicador se acercó al sitio y compró estupefacientes.

Fabián Rubino, periodista del programa Desayuno Americano, en el canal América TV, estaba realizando un reportaje en vivo sobre cómo la venta de drogas afecta a las personas en Buenos Aires, capital de dicho país suramericano.

En medio de la transmisión, el comunicador entró a un zaguán, tocó una puerta y preguntó por el expendio de estupefacientes.

Voy a ver si se puede comprar. Hola, ¿se puede comprar? ¿Cuánto cuesta? ¿Tenés cambio? Hasta luego”, dice el periodista, que gastó 1.500 pesos argentinos unos 5 dólares aprox.

Sus compañeros en el set, preocupados por su integridad, le pidieron que saliera del lugar, que diera aviso a las autoridades y que se cuidara.

Sabes lo que me partió el alma, el chiquito que salió, fue un menor de edad. Acá corremos riesgo todos, el corazón me palpita. Pasé un momento a full. Pusimos en riesgo nuestra vida. Entras, hay un agujerito y por ahí compras”, dijo el comunicador.

En ese momento, los colegas que estaban en el estudio llamaron a las autoridades para denunciar la situación, que ya era bien conocida por los vecinos.

“Hola, estoy en un programa de televisión y estoy viendo cómo se comercializan estupefacientes en una calle de Buenos Aires. Está en la avenida Sarmiento. Estamos viendo en un programa de televisión y vemos la comercialización de estupefacientes”, dice uno de los comunicadores.

Tras la compra del estupefaciente, el periodista fue llamado a declarar: “La verdad no sé si mi situación está comprometida, no sé si cometí un ilícito. Para la justicia por ahí es otra cosa. No tengo miedo, hay que hacer algo, tenemos que dejar de mirar de reojo lo que está pasando”.

Horas más tarde, después de la denuncia, la Policía de Buenos Aires realizó un allanamiento al lugar. Al final, el periodista fue llevado en una patrulla para que rindiera su declaración.


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